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Zika, el primer rival de los deportistas olímpicos

Ante el inicio de los Juegos de Río 2016, el temor por el contagio de la enfermedad ya provocó la renuncia de numerosos atletas y la confección de trajes especiales. Cuáles son las medidas de precaución.

El inicio de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 está a la vuelta de la esquina y una de las principales preocupaciones, tanto para deportistas, entrenadores, organizadores como para turistas es el peligro de contagio del virus Zika.

A lo largo de los últimos meses, surgieron numerosas advertencias sobre el riesgo de contraer la enfermedad en tierras brasileñas. Investigaciones científicas, opiniones de especialistas y hasta alguna que otra medida extrema de precaución de un deportista cubrió el evento deportivo más importante del año con una sensación de alarma.

La cita deportiva, que se llevará a cabo entre el 5 y el 21 de agosto, reunirá nada menos que a 10.500 atletas, que deberán encontrarse en óptimas condiciones de salud para poder rendir con éxito en la alta competencia.
Según datos ofrecidos ofrecidos por el Ministerio de Salud de Brasil a la Organización Mundial de Salud, en las primeras 26 semanas de 2016, el país vecino registró 165.907 casos sospechosos de la enfermedad del virus, propagado por la picadura del mosquito del género Aedes y por transmisión sexual.

El primer alerta llegó desde la ciencia, cuando un grupo de 150 científicos de prestigiosas entidades, como las universidades de Yale, Oxford y Harvard, entre otras, realizó un informe con el que se advirtió que ese problema de salud debería ser tenido en cuenta para el desarrollo del evento, tanto para los protagonistas como para el público extranjero.

El canadiense Milos Raonic renunció a Rio 2016 ante la “incertidumbre” sobre la enfermedad (Shutterstock)

El canadiense Milos Raonic renunció a Rio 2016 ante la “incertidumbre” sobre la enfermedad (Shutterstock)

El miedo de los deportistas

La ola de advertencias y precauciones también pudo ser confundida por más de uno como una paranoia. Atletas ultra precavidos, delegaciones con fechas de permanencia ajustadas y hasta uniformes futuristas con sistemas repelentes son algunos de los fenómenos producidos entre los deportistas a raíz del Zika.

Posiblemente, el caso más paradigmático fue el de la arquera de la selección femenina de fútbol de los Estados Unidos, Hope Solo, quien en la semana subió a su cuenta de Twitter varias fotos con todo el arsenal de aerosoles preventivos a las picaduras de mosquitos y hasta se vistió con una máscara protectora.

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"Si alguien en la villa se olvidó de traer repelente, que me busque a mí", escribió en las redes sociales.

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Otros casos paradigmáticos son los de los tenistas. La ex tenista brasileña Maria Bueno, considerada la latinoamericana más laureada de la historia, no dudó en criticar a sus colegas: "El Zika se convirtió una gran excusa para muchos tenistas para no venir a Río. Yo quiero creer que además del temor al contagio, tiene que haber otra razón. No está bien eso", explicó Bueno.

La ex deportista se refirió principalmente a los casos del canadiense Milos Raonic, último finalista de Wimbledon; la rumana Simona Halep, y el checo Thomas Berdych, quienes decidieron bajarse de la competición debido a la "incertidumbre" sobre el tema. Otras estrellas, como Rafael Nadal o Roger Federer, también renunciaron al certamen, pero aludieron a problemas físicos.

"Estuvimos hablando con muchos tenistas brasileños que nos dijeron que existe una gran responsabilidad en la imposición del miedo por parte de la prensa. Por supuesto que es una enfermedad peligrosa y que tendremos que estar precavidos, pero no creo que haya demasiados problemas para competir", se sinceró una leyenda de la especialidad, el alemán Boris Becker, hoy entrenador del número 1 del mundo, el serbio Novak Djokovic.

Un escenario similar se vivió en el golf, disciplina que volverá a unos Juegos Olímpicos después de 112 años (desde St. Louis en 1904) y que aún así no podrá contar con sus mejores cuatro jugadores del mundo, Jason Day, Dustin Johnson, Jordan Spieth y Rory McIlroy.

Rory McIlroy le dijo no a la cita olímpica aún cuando el golf volvió a la competencia después de 112 años

Rory McIlroy le dijo no a la cita olímpica aún cuando el golf volvió a la competencia después de 112 años

De tal modo, las delegaciones de algunos países también decidieron tomar decisiones extraordinarias ante la aventura olímpica debido al peligro de contraer la enfermedad.

Estados Unidos: la empresa encargada de los uniformes del equipo de remo y vela diseñó trajes anti-microbios que significarán una "segunda piel" en el cuerpo de sus atletas. La idea es no exponer el cuerpo a las aguas abiertas contaminadas o estancadas. El equipo entero estuvo de acuerdo en su utilización.

Corea del Sur: la delegación del país asiático utilizará para la ceremonia de apertura una indumentaria que le tape la mayor parte del cuerpo y además cada integrante contará con un aerosol repelente para ahuyentar a cualquier variedad de mosquitos.

Irlanda: El Comité Olímpico Irlandés dio la orden a sus atletas de regresar a sus hogares inmediatamente después de finalizar sus participaciones. Según el médico general de la expedición, Sean Gaine, los atletas corren un mayor riesgo de descuidarse de apelar a las medidas preventivas una vez terminada su tarea en el evento.

Gran Bretaña: El Comité británico tomó la drástica decisión de reservar todas las habitaciones ubicadas en el tercer piso de la Villa Olímpica para evitar que sus deportistas sean picados. Según investigaciones, el mosquito portador del virus no ataca en alturas superiores a los 7 metros.

Entre el contagio y la aparición de los síntomas del Zika puede pasar entre 2 y 7 días (Shutterstock)

Entre el contagio y la aparición de los síntomas del Zika puede pasar entre 2 y 7 días (Shutterstock)

Los puntos a tener en cuenta

El virus del Zika permanece en la sangre de la persona afectada durante una semana. Se estima que el período entre el contagio y la manifestación de los síntomas oscila entre los 2 y los 7 días.

Por el momento, el mayor riesgo es para las mujeres embarazadas, quienes pueden transmitirles el virus a sus hijos y éstos desarrollar un cuadro de microcefalia con su nacimiento.

Los síntomas más comunes a tener en cuenta son fiebre, dolores de cabeza, articulaciones y sarpullidos.

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