Consideraron clave el banderazo

El DT Diego Cagna y el volante Agustín Briones destacaron la importancia del apoyo que recibieron de los hinchas en el momento más complicado.

El hincha de San Martín no se esconde nunca. En La Ciudadela entonan un himno que reza que en las malas, el hincha siempre está. Y eso no queda sólo en una canción con mensaje de fidelidad.

El amor por los colores es muy grande en Bolívar y Pellegrini; eso quedó demostrado una vez más el lunes, luego de una derrota tan injusta como dolorosa a manos de Villa Dálmine. El equipo venía a los tumbos, en la B Nacional, asfixiado por tres derrotas en fila y con el promedio del descenso recontra devaluado.

Pero ese amor invaluable del fanático “Santo” volvió a decir presente. En minutos, vía Facebook, los hinchas organizaron un banderazo para despedir al plantel durante la última práctica en la provincia antes de partir a Paraná. Y lo hicieron por partida doble.

Un grupo numeroso se dio cita en la mañana; y otro grupo mucho más grande aún fue por la noche cuando la delegación dejaba Tucumán con la idea de sacudirse la “mufa” a orillas del Paraná.

Por eso, tras ese 1-0 tan festejado como refrescante, Diego Cagna se acordó de esos hinchas que, con el golpe de nocaut del “Viola” aún fresco, decidió ponerse al pie del cañón. “El apoyo de la gente siempre lo agradecemos y esto es para ellos también. El banderazo fue maravilloso, espectacular, un plus más que tenemos dentro de la cancha. Nos sentíamos un poquito en deuda. Esto es para ellos, para los hinchas. Ojalá que sea un punto de partida para seguir creciendo en el torneo”, dijo el DT, con una emoción inocultable.

Pero lo ocurrido en esta ocasión no es nuevo en San Martín, donde el hincha parece sacado de una raza totalmente diferente a la media de la especie humana.

El viernes 8 de abril, mientras la CD “santa” negociaba el arribo de Cagna al club, el equipo se jugaba una “final” en Santiago del Estero, contra Mitre. Un día antes, en La Ciudadela, los hinchas habían despedido a los jugadores con un banderazo multitudinario.

Aquella noche, en Santiago, el “Santo” ganó 1-0 en lo que fue el punto de inflexión para luego lograr el ascenso. Esa vez, el gol lo había convertido Esteban Goicoechea, a los 35 del complemento; sí, en idéntico minuto que Rodrigo Moreira en Paraná. Cosas del destino.

"La gente de San Martín siempre está, en las buenas y en las malas. En los momentos que más los necesitamos nos dan una muestra de apoyo muy importante y eso nos hace muy bien desde lo anímico", explicó Agustín Briones, dejando en claro que esa caricia, cuando la mano viene cruzada es fundamental.

“Cuando las cosas no están bien y la gente te demuestra que confía en vos, se recupera la confianza”, aseguró el volante, dejando en claro que el triunfo logrado en Paraná fue un gran mérito del hincha "Santo".

GP.

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