Las mujeres protagonistas del cambio social relatan sus historias

Se presentó en el Concejo Deliberante el corto "Voces Tucumanas del Bicentenario" realizado por la fundación La Ventana. Este organismo tiene la misión de hacer visible las caras de las personas que lograron cambiar su calidad de vida a través de la implementación de políticas públicas, como los programa de Terminalidad Educativa y el Ellas Hacen, que ejecuta el Gobierno de la provincia.

Se presentó en el Concejo Deliberante de la capital el corto “Voces Tucumanas del Bicentenario” realizado por la fundación La Ventana. Este organismo tiene la misión de hacer visible las caras de las personas que han logrado cambiar su calidad de vida a través de la implementación de políticas públicas, como los programa de Terminalidad Educativa y el Ellas Hacen, que ejecuta el Gobierno de la provincia.

Del lanzamiento del video participaron el secretario General de la Gobernación, Pablo Yedlin; los ministros de Educación y Desarrollo Social, Juan Pablo Lichtmajer y Gabriel Yedlin (respectivamente); el secretario de Gobierno Municipal, Walter Berarducci; la presidenta de la fundación La Ventana, Claudia Sánchez; la legisladora, Sara Asann, y la concejal, Dolores Medina Taljuk, estas últimas fueron las impulsoras de la iniciativa. Además estuvieron las actrices principales  del corto, las mujeres que integran el Ellas Hacen.

El corto muestra a lo largo de 10 minutos, distintas historias en voces de mujeres que volvieron a estudiar y como, a partir de esa posibilidad, pudieron transformar su vida y pararse en el mundo. En este sentido, Pablo Yedlin contó que cuando uno escucha los testimonios y ve el “esfuerzo que estas madres han hecho, mientras trabajan y cuidan a su familia”, queda en evidencia “la esperanza de un pueblo que quiere seguir mejorando”.

Lichtmajer, señaló que el Ministerio tiene como política alcanzara la calidad educativa y que esta condición solo se da en la medida de que hayan oportunidades para todos. “Además de los estudiantes que todos conocemos por los guardapolvos, están los 26.000 alumnos que estudian en nuestras distintas escuelas de adultos, terminando la primaria o la secundaria o cursando educación profesional o de oficio. Nosotros le damos a lo tucumanos y tucumanas el derecho a educarse porque es el que le permite ejercer todos los otros derechos”.

El programa Ellas Hacen representa la mitad del cupo de los adultos que están cursando la terminalidad educativo o superior. Gabriel Yedlin, especificó que se trata de 13.000 mujeres que “no tuvieron en su momento la oportunidad de hacerlo porque no había escuelas o porque no podían o porque no era obligatoria la secundaria, modalidad que se implementó recién con la presidencia de Néstor Kirchner”.

Destacó que es una enorme oportunidad para las integrantes de los programas que ingresan por ser víctima de violencia de género o madre a cargo de muchos hijos o con hijos discapacitados: “A partir de estas becas de estudio que incluye el Ellas Hacen han podido cursar sus estudios. Este año egresaron más de 700 mujeres y alrededor de 500 de estas ya se han inscripto en los cursos de nivelación preuniversitaria, otras quieren ser enfermeras por lo que vamos a empezar una corte específica el año que viene, así que estamos tremendamente motivados y orgullosos de esas mujeres”.

La presidenta de la función explicó que el objetivo del proyecto, que muestras a los protagonistas de las políticas públicas, se centra en articular espacios formales de terminalidad primaria, secundaria y capacitaciones en oficios, con grupos de mujeres y varones que han tenido que comenzar con una contraprestación que es volver a la escuela. “A lo largo de este periodo hubo un antes un durante y un después que queremos que nos cuenten y – en el marco del Bicentenario- ver como eso que comenzó como algo que se debía hacer termina siendo un situación deseado que se busca continuar”.

Sanchéz contó que el corto Voces Tucumanas del Bicentenario “invita a pensar juntos cuales son los desafíos para seguir promoviendo políticas de inclusión y los obstáculos sobre los que todavía hay que trabajar”. Al respecto agregó: “Desde la Fundación la Ventana se propone que ese decir aparezca, se visibilice y difunda para que cada vez seamos más los que interpretemos que esto es una herramienta propia para el desarrollo personal, familiar  o comunitario propiciado por el Estado pero continuado por las propias personas”.

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