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Detuvieron al sospechoso de matar a 39 personas en una discoteca turca

Las Fuerzas de Seguridad han analizado más de 7.200 horas de vídeos de cámaras urbanas para localizar al atacante

La Policía turca detuvo al sospechoso de matar a 39 personas el pasado fin de año en una discoteca a orillas del Estrecho del Bósforo. Lo más sorprendente es que el presunto asesino, vinculado al Estado Islámico e identificado como Abdulkadir Masharipov, fue detenido a poco más de 40 minutos en coche del lujoso club donde ejecutó la masacre.

Según el periódico local Hürriyet, la policía capturó a Masharipov, de nacionalidad uzbeka, en una casa del distrito estambulita de Esenyurt, en el extrarradio del lado europeo. Junto a él había un menor al que identifican como uno de los dos hijos del supuesto terrorista. Este se dio a la fuga tras la matanza y ha logrado escabullirse de las redadas policiales durante 17 días.

Según informó el gobernador de Estambul, Vasip Sahin, el arrestado entró en Turquía de manera ilegal y fue entrenado en Afganistán. Además, ha confesado su culpabilidad. "El terrorista ha admitido el crimen", ha manifestado Sahin a la prensa. También ha asegurado que es un terrorista bien entrenado y que habla cuatro idiomas.

Según la cadena CNN Türk, junto al supuesto autor, la Policía ha detenido a un hombre iraquí y a tres mujeres de distintas nacionalidades: egipcia, somalí y senegalesa. Los sospechosos han sido trasladados a la comisaría central de Vatan, en el distrito de Fatih.

Los agentes han pisado los talones a Masharipov, alias Abu Mohamed Jorasaní -Jorasán es una región histórica que comprende áreas de Uzbekistán, Afganistán, Tayikistán e Irán- desde año nuevo. El 12 de enero, informa el dario Hürriyet, se detuvo a su mujer en el distrito de Maltepe, en Estambul. Junto a ella estaba su hija de año y medio. El otro retoño, de cuatro años, se lo había llevado poco antes el yihadista.

Ambos, según medios turcos, habían llegado a Konya, en el centro de la península turca de Anatolia, durante 2016. Hacia finales de año alquilaron un piso en el distrito de Basaksekir, cerca del domicilio donde Masharipov fue capturado. El 31 de diciembre, dijo a los investigadores la compañera sentimental, abandonó ese hogar.

La policía cree que Abdulkadir Masharipov llegó al Reina la noche de fin de año en taxi desde el distrito de Zeytinburnu, habitado por numerosos extranjeros del este de Turquía. El simpatizante del Estado Islámico mató durante siete minutos. Luego, aprovechando el caos que provocó, logró cambiar su vestimenta y huir cogiendo de nuevo varios taxis.

Las Fuerzas de Seguridad han analizado más de 7.200 horas de vídeos de cámaras urbanas para localizar al atacante. Una de las pistas más reveladoras se halló en un piso de Silivri, al oeste de Estambul, donde la Policía encontró 197.000 dólares (184.000 euros).

Los investigadores creen que ese dinero era una recompensa para el asesino, quien por ello no actuó sólo con motivación ideológica. Según ha señalado el gobernador, las autoridades también encontraron en su domicilio dos armas, varias tarjetas de teléfonos móviles y dos drones. Durante la investigación, unos 2.000 policías han registrado un total de 152 domicilios y han arrestado a 158 personas extranjeras.

El 8 de enero, el Ejecutivo dijo haberlo identificado, pero no reveló su nombre. La última declaración gubernamental, de tinte conspiranoico, la emitió este domingo el viceprimer ministro Numan Kurtulmus. "Parece que el ataque del Reina no es sólo de una organización terrorista, sino algo extremadamente organizado y planificado".

El Estado Islámico (IS) reivindicó la masacre del Reina, "donde los cristianos celebran su fiesta apóstata", en la que murieron 39 personas -26 de ellas extranjeras- y 70 resultaron heridas. Fue su castigo, señalaron, por la operación militar que Turquía conduce en el norte de Siria en contra de los intereses de los yihadistas. El líder del IS, Abu Bakr Bagdadi, ha instado a más ataques en suelo turco.

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