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Araceli Fulles otra muerta más

La joven de 22 años había sido vista por última vez el 2 de abril; hallaron su cuerpo en una casa en José León Suárez


La buscaron durante tres semanas. Puerta a puerta, con perros rastreadores y finalmente ayer, en una casa del Pasaje 9 de Julio y Alfonsina Storni, en José León Suárez, apareció el cuerpo de una mujer cubierto con cal y cemento. Doce horas después, llegó la confirmación oficial. El cuerpo es el de Araceli Fulles, la joven que estaba desaparecida desde el 1° de abril.

La casa pertenece a Darío Badaracco, el principal sospechoso del crimen. Se trata de la última persona con quien habían visto a la joven de 22 años y durante la mañana de ayer, había declarado por tercera vez ante la fiscal Graciela López Pereyra como testigo. Cerca de las 5 de la tarde se fue antes de finalizar su horario del corralón en el que trabaja y una hora después, cuando la fiscal ordenó un nuevo allanamiento en su domicilio ya se había fugado.

En el fondo de la propiedad, que ya había sido revisada antes, los peritos de la Policía Científica encontraron los restos de un cuerpo descuartizado y aunque, en un primer momento no se pudo confirmar la identidad por el avanzado estado de descomposición, un tatuaje fue la clave para despertar las peores sospechas.

A las 10 de la mañana estaba prevista una reunión entre la familia y los investigadores pero los datos preliminares que surgieron de la autopsia confirmaron que se trata del cuerpo de Araceli y que habría muerto hace 20 ó 25 días, en coincidencia con la fecha en la que desapareció.

El sábado 1 de abril Araceli fue a cenar con unos amigos y estuvo con ellos hasta las dos de la madrugada, cuando recibió un llamado y se fue sola del lugar. Iba a encontrarse con alguien, pero no dijo con quién. Cerca de las 6, le avisó a una amiga que estaba con otro amigo en la plaza y un rato después, le escribió a su mamá. "Poné la pava", le puso. Porque ya estaba volviendo. Pero nunca llegó.

G.I

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