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La venta legal de marihuana arrancó en Uruguay y se agotó el stock

Las cuatro farmacias autorizadas para vender cannabis afirmaron que la provisión se acabó pocas horas después de abrir.


Las cuatro farmacias registradas ante el Instituto de Regulación y Control de Cannabis (Ircca) para vender marihuana de uso personal en Uruguay agotaron el stock de marihuana tras el primer día de venta.

Los cuatro comercios habilitados de Montevideo confirmaron a la agencia EFE que, en algunos casos, la provisión de cannabis se acabó apenas unas horas después de abrir sus puertas.

Este miércoles, los comercios amanecieron con largas filas de personas que esperaban acceder a las dos variedades que el Estado uruguayo puso en circulación, que denominó Alfa I y Beta I.

Aunque las dos presentaciones tienen algunas diferencias en su composición, el porcentaje de psicoactividad de las "flores" ronda el 2 % en ambos casos. Los envases, sellados al vacío, poseen 5 gramos de cannabis y su presentación incluye una serie de recomendaciones e indicaciones para los usuarios.

La adquisición a través de las farmacias es una de las tres vías de acceso a la marihuana que estableció la ley aprobada en diciembre de 2013, bajo el gobierno de José Mujica (2010-2015).

Dicha normativa también estableció el acceso a la marihuana de uso personal a través de clubes de cultivadores y el cultivo doméstico. Fuentes de una de las farmacias no pudieron precisar cuándo se renovarán las provisiones de marihuana.

Precios y producción

Los usuarios pudieron comprar la sustancia en paquetes de cinco gramos a un precio de 187,04 pesos uruguayos (unos 6,5 dólares), aunque está previsto que en un futuro también puedan acceder a presentaciones de 10 gramos. Cada persona podrá comprar un máximo de 10 gramos por semana y hasta 40 gramos al mes.

La marihuana es producida por dos empresas privadas en terrenos bajo vigilancia oficial y sometidas a un control de calidad.

Los negocios sólo pueden vender a las 4.959 personas registradas hasta ahora como compradores de marihuana, quienes se identifican con un lector de huellas dactilares para no tener que mostrar su DNI.

G.I

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