Copa Davis: Schwartzman sufrió pero empató la serie para Argentina

El Peque derrotó por 7-6 (7-2), 6-7 (2-7) y 6-2 al chileno Garín. Más temprano, Jarry había vencido al debutante Kicker. El sábado se jugarán el dobles y los dos singles restantes.

La Copa Davis ofrece historias alucinantes. Y un partido entre dos rivales que nada tienen que ver en el circuito -por historia y por presente- puede transformarse en una sucesión de emociones diversas. Eso fue lo que sucedió antes de que Diego Schwartzman consiguiera el 1 a 1 ante Chile tras la primera jornada del match por la zona Americana de la Copa Davis. El argentino terminó superando a Christian Garín por 7-6 (7-2), 6-7 (2-7) y 6-2 luego de dos horas y 42 minutos de juego. Y entonces todo quedó abierto de cara a la segunda y última jornada que se vivirá este sábado desde las 14 primero con el dobles y luego con los dos singles restantes.

La diferencia de ranking tardó en hacerse notar en ese primer set que consumió una hora de tenis y de nervios. Recién en el tie break la categoría de uno y otro se vio en la cancha. Por un lado, Schwartzman, que en el mejor momento de su carrera está 15° en el ranking mundial y que este año llegó a los octavos de final en Australia, a los cuartos de final en Buenos Aires y logró el título de Río de Janeiro; por el otro, Garín quien, ubicado más de 200 puestos atrás en la clasificación, llegó a la final de un challenger como su mejor resultado de 2018. Esa distancia la estableció el argentino con amplitud en ese tie break.

En el segundo set hubo una paridad casi absoluta hasta que en el quinto game Schwartzman volvió a quebrar el saque. Con el resultado a favor y con un Garín que no podía aguantar la superior velocidad de pelota del argentino, todo el Aldo Cantoni empezó a presagiar lo que debía ocurrir. Pero lo que “debía” finalmente no fue. Schwartzman desperdició tres match points con el saque del chileno en el 5-3 y en el posterior turno de servicio (5-4) apenas ganó un punto. Fueron otra vez al tie break y la historia se repitió. Pero para el otro lado. Los nervios de Schwartzman lo traicionaron y con la misma comodidad con la que había ganado el primer desempate, Garín hizo lo propio en el segundo para ir al tercer set.

Ahí los nervios fueron de los dos. Aunque Schwartzman sacó una buena ventaja al quebrar dos veces consecutivas para ponerse 4-0. Sin embargo hubo cuatro quiebres consecutivos y otros tres match points que desaprovechó el ganador con su propio servicio en el séptimo juego. Hasta que en el siguiente, en la séptima chance para quebrar el partido, un drive dejó parado a Garín y permitió el desahogo definitivo.

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