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Shell vendió una parte de sus negocios a la empresa brasileña Raízen

Los negocios de los que se desprendió la petrolera angloholandesa son, entre otros, una refinería y la red de estaciones de servicio.

Shell se desprendió de una parte de sus negocios en la Argentina. Según se informó oficialmente, la petrolera angloholandesa vendió una refinería, su red de estaciones de servicio y las actividades de suministro y distribución de combustibles, químicos y lubricantes al consorcio brasileño Raízen por u$s 950 millones.

"Shell firmó hoy un acuerdo por la venta de su negocio de downstream", aseguró la compañía a través de un comunicado de prensa. La operación queda "sujeta a condiciones normales de cierre", aclararon. 

La venta incluye la refinería de Dock Sud, unas 645 estaciones, la unidad de gas licuado de petróleo (LPG), el despacho de combustibles marítimos, de aviación, asfaltos, químicos y lubricantes, así como las actividades de suministro y distribución en el país. No alcanza al negocio de upstream de Shell en Vaca Muerta. "La compañía ve un gran potencial de crecimiento a largo plazo en los no convencionales del país", justificaron.

Shell argentina está en manos de British Petroleum (BP) y la Royal Dutch Shell. El comprador es Raízen, un joint venture creado en 2011 por la propia Royal Dutch Shell y el holding brasileño Cosan, un gigante de la energía, el bioetanol y el azúcar liderado por Marcos Marinho Lutz, que fue fundado en 1936. 

Raízen tiene presencia en 68 aeropuertos brasileños, en 68 terminales de distribución de combustible y vende unos 25.000 millones de litros de combustible para la industria del transporte y el segmento retail. El volumen de negocios actual de la empresa es de u$s 24.000 millones por año. 

"Nuestro plan es continuar prosperando en el mercado argentino del downstream a través de Raízen", afirmó el director global de Shell Downstream, John Abbott. "Raízen nos ha generado un gran valor en Brasil y, bajo este acuerdo, seguiremos siendo un importante proveedor de combustible para la Argentina", agregó.

Esta venta, que se enmarca a una estrategia global de desinversión de u$s 30.000 millones por parte de Shell, es el resultado de un "proceso de licitación competitiva" y se espera que la venta finalice este año, concluyeron los voceros de la petrolera. 

Tal como anticipó el ministro de Energía y exCEO de Shell en la Argentina, Juan José Aranguren, el Gobierno nacional deberá ahora iniciar un proceso administrativo complejo para evaluar si detrás de la operación no se esconde una maniobra de autoventa por parte de Royal para sanear empresas o si la fusión de compañías no "carteliza" el mercado que ya de por sí, se muestra muy concentrado en pocas manos.

Fuente: Ámbito.

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