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El ministro de Trabajo manifestó su optimismo sobre la clausula de revisión

Jorge Triaca habló sobre la importancia que esto trae en las negociaciones por las paritarias y explicó las diferencias con la clausula gatillo.

Triaca maneja un ministerio caliente: los términos desempleo, paritarias y conflictividad gremial no escapan del léxico que tiene que manejar casi diariamente. Para hablar de la agenda más urgente del trabajo, el funcionario dialogó con José Del Rio, secretario general de Redacción de la nacion, en el cierre del Summit de Recursos Humanos, que se llevó a cabo el 23 de mayo último. El ministro de Trabajo dio definiciones claves sobre el déficit fiscal, la cláusula de revisión y los juzgados laborales, entre otros términos, y también describió a perfiles reconocidos de la política local.

Es el término que define las paritarias de este año, atravesadas por la corrida cambiaria de mayo y la inflación proyectada, que de acuerdo con los pronósticos de consultoras privadas -27,1%, según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado del Banco Central- supera la meta fijada por el Gobierno en diciembre pasado, del 15%.

Explicó la diferencia entre el acuerdo de revisión de las paritarias de este año y la cláusula gatillo, aquella que permitía que se disparara automáticamente un aumento superior al acordado si la inflación superaba lo estimado. En el caso actual, en cambio, si el avance de los precios es mayor que lo proyectado, las partes están obligadas a sentarse a negociar. "El 15% [de meta de inflación] podía tener vaivenes como los que tuvimos, por eso la cláusula de revisión brinda tranquilidad al sector empresario y al trabajador", detalló. Añadió que es una herramienta que "previene la conflictividad porque obliga a ambas partes a sentarse a negociar".

El ministro detalló que siete de cada diez negociaciones salariales están cerradas y proyectó que el 30% restante avanzará sin inconvenientes. También opinó que cada sector debería poder negociar con relación a cómo le está yendo este año: "No es lo mismo para el que no puede llegar al mismo nivel que la inflación [con el aumento], eso es una variable de negociación y ahí está la habilidad de los dirigentes para encontrar esos equilibrios".

Reducir la litigiosidad es clave para mejorar la competitividad, destacó el funcionario. Por ahora, constituye una traba para que se generen nuevos puestos de trabajo, añadió. "Para una empresa de 50 trabajadores, un punto de la alícuota de la ART es igual a la masa salarial de un empleado más, por lo que estamos perdiendo una oportunidad de emplear a más personas", expresó.

Explicó que el Gobierno comenzó a cubrir vacantes en el fuero laboral del Poder Judicial y señaló que en el pasado esos espacios quedaban libres para favorecer que determinados jueces tomaran más casos y evitar que otros con diferente ideología lo hicieran. Añadió que el Gobierno avanza con perfiles que tengan "una mirada más equilibrada entre el cuidado de los derechos de los trabajadores y del proceso productivo". De acuerdo con Triaca, es necesario "construir un marco institucional que favorezca el consenso y el desarrollo", porque el actual da margen para la conflictividad.

Triaca confesó que el Gobierno no tiene la mayoría necesaria para que el proyecto de reforma laboral completo se trate en el Congreso en un futuro cercano. Explicó que si bien los dirigentes sindicales y los gobernadores "comprenden el problema", el hecho de que 2019 sea año electoral le quita madurez al debate porque hace que algunos prioricen su posicionamiento.

Subrayó que, hasta el momento, más del 40% de los convenios colectivos de trabajo ya tuvieron modificaciones. "A veces parece que plantear cambios es como tocar a la vaca sagrada, pero creo que es una gran oportunidad para dar el debate entre el sector empresarial y los trabajadores, siempre teniendo claro que hay que cuidar a quienes tienen mayor nivel de desprotección", dijo. Para terminar pidió "no rasgarse las vestiduras" para hacer los cambios que permitan que cada gremio defienda a sus trabajadores actuales y a quienes podrían sumarse.

El ministro utilizó el ejemplo del paro de metrodelegados de mayo pasado para hablar de la conflictividad gremial. "Cuando el Presidente señala que las conductas mafiosas no son parte de la Argentina que queremos construir, nos referimos a este tipo de cosas", resaltó, e insistió en que se debe resguardar a los trabajadores, pero "no puede haber abuso".

El funcionario insistió en que este año el Gobierno tiene dos objetivos claves: un proceso de cuidado de gasto, pero también de priorización de crecimiento. Y dio definiciones sobre la situación económica actual: "Estamos transitando un camino de reducción de déficit fiscal de manera menos gradual y apresurada".

El Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) mostró crecimiento el año pasado, destacó el funcionario. "El año pasado se crearon 600.000 puestos de trabajo, de los cuales 280.000 fueron formales", detalló. Explicó que hay cinco sectores de mano de obra intensiva que tienen movimiento significativo -como el comercio o la construcción-, pero que no formalizan "al ritmo que a uno le gustaría".

"Son sectores donde hay niveles de crecimiento de empleo, pero donde no hay niveles de formalización suficientes", añadió. Explicó que hay rubros en los que hay mayor informalidad por falta de incentivos o porque la tarea de fiscalización es más complicada. En ese sentido, señaló un avance: una tarea conjunta con organizaciones empresarias y con el sindicato en el caso de los trabajadores rurales para mejorar el control. "Detectamos más de 93.000 trabajadores que no estaban registrados", recordó, y señaló que por ese motivo es importante que se debata la reforma laboral.

El ministro de Trabajo no escatimó en definiciones para otros funcionarios, gremialistas y otras figuras del ecosistema político argentino. Comenzó por Elisa Carrió: "Un aporte extraordinario a la república, nos sube la vara de las instituciones", resumió. Siguió por Mario Quintana, al que describió como "un gran trabajador" y "una persona de muy buen corazón" y "muy comprensiva en la tarea de coordinación".

Siguió por dos referentes de la oposición. Primero, Cristina Kirchner: "Una dirigente que mira más por el espejo retrovisor que hacia adelante", dijo. Más adelante, llamó a Juan Manuel Urtubey "un gobernador serio, inteligente y moderno" que "tiene la oportunidad de hacer su aporte a la Argentina".

Terminó por dos dirigentes gremiales. Armando Cavalieri (Comercio) es para el ministro un dirigente ejemplar: "Ha logrado mucho para su gremio, no solo en términos laborales, sino también sociales y de salud, les puede enseñar a muchos". El último fue Hugo Moyano: "Un dirigente más preocupado por cuestiones personales que generales".

La clave para el crecimiento

600Mil

Es la cantidad de puestos de trabajo que se crearon en 2017, de los cuales 280.000 fueron formales, según contó el ministro de Trabajo, Jorge Triaca

Congreso

El funcionario admitió que el Gobierno no tiene el apoyo suficiente como para aprobar la reforma laboral en su totalidad

Litigiosidad

Llamó a reducirla para que se creen nuevos puestos de trabajo; explicó que el Gobierno está cambiando jueces

 

Fuente: La Nación

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