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La Fiscalía pidió juicio para tres presuntos encubridores de la muerte de Natalia Vargas

La joven murió cuando cayó al vacío durante un vuelo biplaza desde Loma Bola. El piloto está acusado de homicidio. Otros parapentistas habrían hecho desaparecer pruebas.

La fiscal que lleva la investigación de la muerte de Natalia Vargas, María Del Carmen Reuter, requirió la elevación a juicio contra el parapentista Ariel Augusto Salazar Carona, por el delito de homicidio culposo y a otros colegas -Jorge Alberto Arcuri, Federico Carona y María Mercedes Gijón- por encubrimiento. 

En el mes de diciembre la joven de Concepción llegó a Loma Bola, San Javier, con un grupo de amigos para volar en parapente. Previamente, había contratado con Eduardo Deheza la realización de un vuelo biplaza a cambio de $ 2.400, para ella y para su amiga alemana Meryn Seda Ercanoglu. 

Salazar, que no contaba con la habilitación para la práctica biplaza, salió con Natalia sin corroborar que los arneses de la pasajera estén bien sujetos. Inició el vuelo y a una 100 metros advierte que no estaba asegurada. 

En un intento de aterrizar en una finca de limón, Natalia a los 4 minutos de inicio del vuelo cayó al vacío en la zona de monte: falleció en el acto. “Salazar, una vez que aterrizo, sin ningún tipo de daño físico ni de su parapente, omitió dar inmediato y urgente aviso y pedido de rescate de su pasajera, inobservando nuevamente principios, procedimientos, reglas de deportividad y el deber humanitario de auxilio”, sostuvo Reuter.

La fiscal imputó a Arcuri, Carona y Gijón por encubrimiento. Serían, de acuerdo a la investigación, quienes ocultaron la cámara que estaba ajustada al equipo de vuelo de la pasajera y que registró su caída y los momentos previos. 

“De manera maliciosa, Carona recibió la cámara Go-Pro de Salazar, que contenía las imágenes de los últimos minutos con vida de Vargas y ocultó estos elementos del preventor policial. Luego traslado la cámara hasta un deposito en Loma Bola, donde extrajo la memoria, la colocó en una notebook y observó el video junto a Arcuri y Gijón”, sostuvo Reuter en el requerimiento de elevación a juicio del caso.

Para la funcionaria judicial “entre los tres idearon un plan de acción para hacer desaparecer la cámara Go-Pro y la memoria, elementos que hasta la fecha no han sido encontrados, a sabiendas de la investigación penal que se iniciaría contra Salazar y con la finalidad de ocultar una prueba vital para la instrucción y de esta manera entorpecer el descubrimiento de la verdad, coadyuvando a Salazar al encubrimiento del hecho”.

“La acción desplegada por Carona resulta aún más compleja que la desplegada por Arcuri y Gijón, dado que recibe la cámara de manos de Salazar”, indica la fiscala, quien agrega que numerosos parapentistas que se trasladaron a la estancia San Agustín “vieron el vuelo del video con una única finalidad morbosa”.

El testimonio del piloto Víctor Palacio Lebón fue fundamental para reconstruir los pasos que llevaron adelante los tres imputados. Lebón estuvo en la pista de aterrizaje y en Loma bola, en el momento de la reproducción del video del fatal suceso.

Fuente La Gaceta 

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