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Catamarca vivió su Fiesta del Sol

La novena edición de la también conocida como Inti Raymi, llenó de colores e historia indígena el Anfiteatro Municipal de Santa María, en Catamarca.

La novena edición de la Fiesta del Sol, o Inti Raymi, llenó de colores e historia indígena el Anfiteatro Municipal de Santa María, en Catamarca, donde más de 100 actores y casi 200 pobladores con atuendos tradicionales incaicas representaron la ancestral ceremonia del solsticio de invierno.

La Fiesta del Sol marca el inicio del invierno, que para los pueblos indígenas andinos significa la finalización de un ciclo y el comienzo de otro, y también el tiempo en el cual la tierra descansa y se prepara para un nuevo ciclo de siembra.

El Inti Raymi celebrado en Santa María, en el sur de los Valles Calchaquíes y a 332 kilómetros de San Fernando del Valle, capital provincial, es la representación de la última Fiesta del Sol antes de la llegada de los conquistadores españoles a los dominios del Imperio Inca.

La representación mostró fue la vida cotidiana de aquellos habitantes, con una puesta en escena en la que están representadas las parcialidades acalianes, ingamanas, yokaviles, anguinaos y hualfines, entre otras, que poblaron el valle de Yokavil.

Las parcialidades, con su cacique o curaca, dieron a conocer sus bailes y pedidos mientras los principales personajes hicieron augurios y sacrificios en honor al Sol o Inti, a quien le rindieron cuentas de todo lo que se hizo en favor de su pueblo y le relataron cuáles son las acciones que desarrollarán en el año que comienza.

El festejo se mantiene como un rito para muchas otras comunidades indígenas de legado incaico, algunas de las cuales están asentadas en otras partes del antiguo territorio imperiañl, como Jujuy, Ecuador, Colombia, Chile y Bolivia.

La fiesta y puesta en escena se complementan con la ceremonia de la salida del sol, que se realizará mañana en las lomadas de colores del oeste de Santa María, y con la "Expo Sol", una exposición cultural, educativa, productiva y artesanal que refleja la cultura como base de este pueblo en referencia al Inti Raymi.

El secretario de Turismo de Santa María, Claudio Valverde, dijo a Télam que este año "la celebración contó con la asistencia de casi 3.000 personas", y destacó que el evento "tuvo un fuerte impacto turístico en nuestra localidad y también en las vecinas".

"Las 2.000 plazas hoteleras de Santa María se vieron colmadas, y por eso mucha gente optó por alojarse en localidades vecinas como San José o Hualfín, que están cerca, o en Amaicha del Valle, en Tucumán", aclaró Valverde.

El funcionario señaló que "el Inti Raymi es una ceremonia característica de los Valles Calchaquíes, donde prima el reconocimiento de las raíces, especialmente en los jóvenes, que se enteran cómo fue la vida de esos pueblos".

"Pero también es una buena excusa para disfrutar y participar de una serie de actividades paralelas, como un encuentro de camélidos, con concursos y premios de animales, y la Expo Sol, que es una feria de productores y de artesanías a la que viene gente de la región y hasta de la Puna", remarcó el secretario de Turismo.

Valverde subrayó que los turistas que llegaron al Inti Raymi "también pudieron disfrutar de la variada oferta gastronómica de la zona, en la que se destacan platos regionales como el mote, el locro, las empanadas, el cabrito asado y la carne de llama".

"Además, tuvieron la oportunidad de visitar tejedoras que trabajan en telares artesanales, criaderos de llamas, molinos harineros y de pimientos y sitios arqueológicos, entre otros atractivos turísticos, lo que fue importante para romper con la estacionalidad del turismo", destacó Valverde.

Las representaciones en el Anfiteatro Municipal de Santa María, que se realizaron con un marco de singular belleza caracterizado por las serranías de Quilmes, Santa María y Del Cajón como telón de fondo, recrearon la vida en el Imperio Inca y las acciones que allí se desarrollaban en materia de administración, tributos y producción de maíz, quinoa, chicha, metales e hilado, entre otros bienes.

"La idea es recrear lo que pasaba en Fuerte Quemado, en la cima de la serranía de Quilmes, que cuenta con la llamada Ventanita o Inti Watana, un reloj de sol que organizaba el trabajo y marcaba las fechas festivas, entre ellas el Inti Raymi, que cada 21 de junio, cuando los primeros rayos solares del invierno pasan por el centro de esta ventanita, da inicio a un nuevo año agrícola", explicó Fernando Morales, quien creó este festejo en 2008.

El virrey Francisco Álvarez de Toledo, en 1572, prohibió esta fiesta junto a las principales celebraciones originarias por considerarla una ceremonia pagana y contraria a la fe católica,pero el Inti Raymi se siguió realizando de manera clandestina durante muchos años.

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