De víctimas a heroínas: cómo las mujeres de Game of Thrones triunfan a través de su estilo

Fueron las mujeres las que ganaron más ímpetu e importancia, y terminaron por romper las cadenas y vengarse de todos los hombres que las violaron, torturaron y humillaron durante toda la serie.

Cersei Lannister, por ejemplo, fue el personaje más mencionado en Twitter durante el último episodio, "Winds of Winter", según datos revelados por la empresa de análisis de redes sociales Brandwatch.

Y este camino hacia la gloria fue también acompañado por el estilo que los vestuaristas del hit show de HBO optaron por implantarles. A medida que evoluciona la narrativa de un personaje femenino, su vestuario se adapta a su personalidad, o, más bien, a cada transformación por la que pasaba su persona. Sansa Stark no es la misma niña inocente que salió de Winterfell con sueños de ser una princesa y comportarse como una "dama". Durante la última temporada, se definió como una mujer fuerte que supo seguir adelante a pesar de pasar por todos los calvarios imaginables: presenciar el decapitamiento de su padre, pasar por la pérdida de su madre y dos hermanos, ser ultrajada por un marido que no eligió y pasada de mano en mano como un objeto.

Al igual que Sansa, las protagonistas de Game of Thrones tuvieron una temporada de empoderamiento absoluta. Salieron de las sombras de los hombres que las tenían sometidas y demostraron su valor como líderes. Y la moda es una de las tantas expresiones que les permitió ratificar su autoridad e imponerse sobre el sexo opuesto.

Daenerys Targaryen

Durante esta temporada, Daenerys Targaryen se vengó de los khals de los Dothraki que la amenazaron con violarla, quemándolos vivos. Además, el último capítulo la mostró zarpando en sus barcos junto a sus dragones y aliados rumbo a Westeros. Durante su primera temporada, Daenerys se vio obligada por su hermano a vestir vestidos transparentes para ser vendida al mejor postor, pero a lo largo del show, dejó atrás a la niña sometida y se convirtió en una verdadera "Madre de Dragones". Su color característico es el celeste, y el color plata, pero en el final lució un vestido azul digno de la realeza.

Arya Stark

A Arya Stark nunca le importó la vestimenta. Durante los primeros capítulos, su hermana Stark le dice de manera constante que debería vestirse y comportarse como una dama, pero la más chica prefiere vestirse cómoda y aprender a defenderse con su espada "Needle". Durante esta última temporada, logró al fin contentar por fin a Jaqen H'ghar luego de cientos de pruebas y un breve período de ceguera. En el último capítulo se venga de Walder Frey de una manera muy satisfactoria para todos sus fans, y nunca sacrifica su filosofía para vestirse de "funcionalidad antes que estilo".

Brienne Tarth

Brienne Tarth es una guerrera por excelencia. Ella es el caballero en armadura brillante, y no una princesa que debe ser salvada. Este personaje está siempre preparado para la batalla, y es por eso que es muy raro ver a Brienne sin su armadura y espada. Cuando empezó la temporada, salvó a Sansa Stark de las garras de Ramsay Bolton, e inauguró una etapa ultra feminista. No encaja perfectamente en los estereotipos de belleza convencional, y es por eso que su personaje es tan atractivo, y uno de los preferidos de los fanáticos de Game of Thrones. Su estilo no evolucionó, sino que permaneció siempre estable y acorde a su personalidad feroz y honorable.

Sansa Stark

Sansa Stark es probablemente el personaje que más se transformó desde su primera aparición, cuando era tan sólo una niña con delirios de grandeza y que sólo soñaba con ser una chica buena y una dama de la que su madre estaría orgullosa. Tuvo que pasar por mucho para llegar a donde está ahora, y su estilo, antes alegre y femenino, se oscureció y maduró. Ya es una mujer, y una mujer del Norte. Pieles, vestidos negros entallados y su cabellera colorada más viva que nunca, Sansa Stark incluso grabó en su vestimenta el "Direwolf", emblema de la Casa Stark.

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