En una carta dirigida a las comunidades educativas, la institución eclesiástica propuso una "jornada de reflexión, oración y memoria agradecida" durante la semana, como forma de acompañar el duelo vivido por la Iglesia y el mundo entero.
“El fallecimiento del Papa Francisco no es sólo la partida de un líder espiritual, sino la despedida de un pastor que supo llevar en su vida el Evangelio con fidelidad, ternura y coraje profético”, señala el comunicado.
El día de asueto fue dispuesto en coincidencia con el sepelio del Sumo Pontífice, previsto para el sábado, como un signo de respeto y amor hacia su figura. “Este gesto no sólo reconoce la grandeza evangélica de Francisco, sino que nos permite disponer interiormente el corazón y el tiempo para acompañarlo en su último viaje”, agregaron.
Además, destacaron que el Papa había expresado el deseo de que sus restos descansen en la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, “santuario mariano que tanto amó”.