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Historia impresionante : Deportista vive sin corazón pero se mata entrenando

Increíble. Vídeo.

El deportista sufrió una miocardiopatía y le colocaron un corazón artificial, que lleva en una mochila a su entrenamiento; además, creó una fundación para ayudar a otros.

Andrew Jones se quedó sin aliento en una carrera y comenzó a toser sangre. En el hospital fue diagnosticado con miocardiopatía y los médicos dijeron que iba a necesitar un trasplante de corazón de inmediato o moriría. Pero el corazón no llegó así que tuvieron que ingeniárselas.

Así, Andrew, un fisicoculturista de Conneticut, en EE.UU, fue equipado con un corazón artificial y carga con una bomba en una mochila que lleva consigo a todos lados, según informó el diario británico Daily Mail.

Sus problemas comenzaron en 2012 cuando tuvo que hacer un esfuerzo por respirar durante una carrera. Dos años más tarde su cuadro se complicó y, a los 26 años, los médicos le diagnosticaron miocardiopatía, una enfermedad hereditaria del músculo del corazón. Pronto llegó a estar tan débil que no podía mantenerse en pie, caminar o vestirse.

Unos meses más tarde, los médicos dijeron que si no recibía un trasplante de inmediato iba a morir. Como no había órganos disponibles, le colocaron un marcapasos y un corazón artificial, que ahora lleva en una pequeña mochila en su espalda.

A pesar de su encuentro con la muerte, ahora está de vuelta en el gimnasio y dijo que llora después de los entrenamientos ya que siente tan "agradecido de estar vivo".

Recordando el sufrimiento que le causó su insuficiencia cardíaca, Andrew dijo: "Es algo que nunca le desearía ni a mi peor enemigo.

No se puede respirar, no se puede pensar, no se come y no se duerme. Vivir con esta enfermedad me acercó a la depresión y el dolor físico. Tuve que dejar de trabajar porque no era capaz de soportar más de 10 minutos."

Qué es la miocardiopatía

La miocardiopatía no es una condición única, sino un conjunto de condiciones que afectan la estructura del corazón y reducen su capacidad de bombear sangre alrededor del cuerpo.

El músculo del corazón puede agrandarse, engrosarse, volverse rígido o, incluso, el músculo puede llegar a ser reemplazado por tejido cicatricial.

Pero gracias al corazón artificial implantado, Andrew se ha recuperado lentamente y está de vuelta en el entrenamiento en el gimnasio.

Su corazón artificial tiene dos tubos que salen del cuerpo y están conectados a una máquina que lleva en la mochila. La máquina suministra aire comprimido en los ventrículos para permitir que la sangre se bombee a través del cuerpo.

Sus médicos le dijeron que mientras respete las condiciones que le impone el transplante puede seguir con su entrenamiento de levantamiento de pesas. Y él ha dicho: "Hago todo lo que puedo sin poner en peligro mi salud y la seguridad de mis dispositivos."

Su propia fundación

Incluso lanzó su propia fundación, Hearts at Large (Corazones en Grande), para crear conciencia sobre la donación de órganos y tiene más de 14.000 seguidores en su cuenta de Instagram, @FitnessWithAJ.

Dice que no puede "evitar pensar en las personas que no están lo suficientemente sanas como para siquiera ser consideradas para un trasplante, o las personas que no tienen acceso a una buena atención de salud".

"Eso es lo que quiero cambiar con mi fundación. Podemos desarrollar aún más nuestra ya increíble tecnología para salvar más vidas," dijo Andrew.

Si bien hay quienes ocultan sus cicatrices, él las lleva con orgullo, y explica a cualquiera que pregunte por qué lleva una mochila con él a todas partes.

"Yo trabajo en el comercio minorista a tiempo parcial y los clientes me pregunta todo el tiempo qué pongo en mi mochila. No tengo ningún problema en explicar de qué se trata el dispositivo que llevo, cómo funciona y por qué lo necesito."

Fuente La Nación

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