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El incidente, citado por el periódico 'Daily Mail', tuvo lugar el pasado 25 de septiembre. Sólo cuando el avión hubo aterrizado se detectó la fuente del humo, una tableta de la marca Samsung (aunque no del problemático modelo Note 7) que había quedado apretada por las piezas metálicas de la butaca. La parte central del dispositivo estaba calcinada, aunque en ningún momento se produjo llama. Probablemente la tableta la olvidó un pasajero de un vuelo anterior, ya que ninguno de los pasajeros que salieron del avión en Manchester revindicó la propiedad del dispositivo.
(RT)
MS