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El último adiós al padre Viroche

Cientos de fieles, vecinos y amigos despiden al sacerdote en una misa en la iglesia Nuestra Señora del Carmen, en la localidad de Posse. El oficio religioso es celebrado por el arzobispo Alfredo Zecca, quien está acompañado por el obispo de Concepción, José María Rossi, y por el cardenal Luis Villalba.

Los restos del padre Juan Viroche son velados en la iglesia Nuestra Señora del Carmen en la localidad de Posse. Allí, miles de personas despiden los restos del cura, cuya muerte, que tuvo una repercusión a nivel nacional, es investigada por la Justicia. Según se informó, el sepelio será a partir de las 15 en el cementerio de Cevil Pozo, en Cruz Alta.

La misa es oficiada por el arzobispo Alfredo Zecca, quien está acompañado por el obispo de Concepción, José María Rossi, y por el cardenal Luis Villalba. Entre lágrimas y respeto, muchas personas, en su mayoría mujeres y niños, siguen con respeto el velorio del sacerdote, conocido por sus denuncias contra el narcotráfico, la delincuencia y la corrupción local. 

"Era un consejero. Si vos le tocabas la puerta a cualquier hora, él, sin problemas, te atendía", le dijo a LA GACETA Soledad Villarreal, una de las tantas fieles que se llegó a darle el último adiós a Viroche. 

Antes de comenzar la ceremonia, Zecca tuvo un contacto con la prensa, donde contócómo fue su último encuentro con Viroche. “El padre Juan me vino a ver a el miércoles 28 a la mañana. Me dice: quiero irme de la parroquia porque estoy amenazado. Le dije que sí. Pero él me dijo que todavía no porque estaba en la novena y quería terminarla. El viernes por la mañana trajo a la renuncia. Inmediatamente firmé el decreto nombrando a un nuevo párroco aquí. Yo ya había hablado con el padre Enzo Romero para que se hiciera cargo de la parroquia”, manifestó el arzobispo. 

“Es falsa la denuncia de que lo abandoné. Puedo entender que los fieles lo digan porque están exaltados. En primer lugar, siempre acompañé a los sacerdotes. Con el padre Viroche tuve siempre una actitud paternal y un trato fraterno”, aclaró Zecca.
Por el momento, las causas de la muerte del religioso son un misterio. Según la autopsia que se le practicó al cadáver, se trató de un suicidio. Pero para las personas que lo conocían aseguran que se trató de un asesinato perpetrado por alguna banda narco. 

Ayer se confirmó, según el estudio que realizaron los médicos forenses, que el cuerpo del religioso no presentaba señales de violencia, ni ningún indicio que haga suponer que fue asesinado; es por eso que se empezó a contemplar la posibilidad que Viroche se suicidara. 

“La investigación aún no culminó. Seguimos trabajando, lo único que puedo confirmar es que con los informes periciales podemos pensar que se trató de un suicidio. Ahora tenemos que seguir buscando pruebas para confirmar o descartar que lo hayan inducido a quitarse la vida”, consignó el fiscal Diego López Ávila a LA GACETA. 

Por ello, la Justicia inició una línea de investigación que tendría como foco central el testimonio de una joven de Delfín Gallo. Efectivos de la División Homicidios localizaron a la joven y, por pedido del fiscal López Ávila, la trasladaron hasta tribunales para que ofreciera su declaración. Según confirmaron fuentes judiciales a La Gaceta, la chica confesó que mantuvo una relación sentimental con el sacerdote que terminó en marzo de este año. 

Ella explicó que descubrió que el religioso tenía un romance con otra mujer, cuyos familiares habían empezado a denunciar a Viroche en las redes sociales tras pensar que él había terminado la relación con ella porque la joven de Delfín Gallo estaba embarazada, dato que fue desmentido durante su declaración.

Por ahora aún no se tiene ninguna hipótesis de qué habría llevado al religioso a ahorcarse en su vivienda, que está dentro del predio de la iglesia Sagrado Corazón, instalada en La Florida. (La Gaceta)

G.I

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