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Se cumple con alto acatamiento el paro de los trabajadores de juegos de azar

La medida contra los gravámenes al juego se extiende a todo el país y afecta la actividad en casinos, bingos e hipódromos.

El paro nacional por tiempo indeterminado iniciado esta mañana por trabajadores de juegos de azar en rechazo a un proyecto para modificar el Impuesto a las Ganancias que propone más gravámenes al sector se desarrolla con un alto acatamiento y con salas de juegos cerradas en todo el país, informaron hoy desde el gremio que los nuclea.

“El acatamiento al paro es altísimo en todos los casinos, bingos y la actividad hípica de la Argentina,” aseguró  a Télam el secretario gremial del Sindicato de Trabajadores de Juegos de Azar (Aleara), Ariel Fassione, quien destacó que “ las salas están cerradas”.

Los trabajadores del sector iniciaron un cese de actividades por tiempo indeterminado en rechazo al tratamiento del proyecto de ley para modificar el impuesto a las Ganancias que propone gravámenes al juego y que, según Fassione, "desencadenará despidos".

Empleados de juegos de azar y gastronómicos se concentrarán a las 14 en el cruce de Avenida de Mayo y Nueve de Julio para marchar luego al Congreso de la Nación, donde por la tarde la Cámara de Diputados tratará en el recinto la media sanción del proyecto de ley respectivo.

Fassione dijo a esta agencia que esperan una gran movilización para mañana con el arribo a la Ciudad de Buenos Aires de unos 15.000 trabajadores del sector provenientes de todo el país.

“Esta actividad ya tributa el 60 por ciento y si se le quiere cobrar más de las empresas medianas para abajo tienen que cerrar”, advirtió, a la vez que planteó que “los más grandes podrán sobrevivir pero a costa de achicar el empleo; siempre el hilo se corta por lo más delgado”.

Asimismo, el dirigente de Aleara manifestó hoy su “preocupación y asombro” por lo que consideró “el desconocimiento” sobre la actividad de los diputados y senadores, al sostener que “está tan de moda hablar del juego que repiten como loros 'cobremos un impuesto'”.

“Les llevamos (a los diputados y los senadores) nuestra preocupación y salimos más preocupados por el desconocimiento que tienen y nos provoca un gran asombro porque no conocen el tema”, se quejó.

El dirigente insistió que ¨el sector ya paga el 60 por ciento de ingresos en impuestos, sin contar las cargas sociales, e inevitablemente cualquier nueva modificación desencadenará en despidos, y por lo tanto nos unimos a los compañeros gastronómicos, de hipódromos y agencias provinciales para parar y hacernos escuchar¨.

"Cuando uno va con 100 pesos a un bingo debe saber que el 60 por ciento se lo lleva directamente el Estado, a través del canon, ingresos brutos, tasas municipales y entidades de bien público, y de lo que queda se pagan salarios y los premios, con un control online minuto a minuto por parte de las Loterías", agregó.

Fassione defendió esos controles "porque todos queremos que se pague lo que corresponde y que los que hacen las cosas mal sean castigados, pero no podemos meter a todos en la misma bolsa y mucho menos intentar que el juego sea la única industria que deba hacerse cargo de arreglar los problemas económicos del país".

Por último, afirmó que si el Congreso aprueba que se imponga un nuevo impuesto por cada apuesta y además se tenga que pagar por año 40.000 pesos por cada máquina tragamonedas o receptora de apuesta de quinielas, "el resultado será el inverso al buscado, porque cerrarán salas, habrá miles de despidos y el Estado recaudará mucho menos que actualmente".

Fuente eldia.com

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