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Escandalosa detención de 'La Garza' Sosa en Río Negro

Con un palo rompió un auto y luego atacó a policías. Tras la crisis de nervios, sigue internado en un hospital de la zona. El año pasado también lo habían demorado en esa ciudad.

Hugo "La Garza" Sosa, lugarteniente del famoso asaltante de blindados Luis "El Gordo" Valor, fue detenido en General Roca, Río Negro, por provocar incidentes en la calle y agredir a policías.

La insólita detención de "La Garza" Sosa en Río Negro
El hecho ocurrió el sábado a la tarde en la esquina de las calles Mendoza y Artigas, cuando Sosa, visiblemente exaltado, dañó un auto con un palo.

El comisario Javier Castillo, titular de la comisaría tercera de General Roca, explicó a DyN que el sospechoso estaba "muy alterado y hasta agredió a los policías que lo detuvieron".

A raíz de la crisis nerviosa que presentaba, fue llevado al hospital de la zona, donde esta mañana seguía internado, con custodia policial.

"Momentos antes había roto el mobiliario de la casa que alquila, ubicada a pocos metros de donde fue capturado", indicó Castillo.

Sosa quedó a disposición del magistrado Maximiliano Camoda, titular del juzgado 8, que lleva adelante una causa por "daños y atentado y resistencia a la autoridad", delitos que son excarcelables si no tiene alguna causa pendiente.

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"La Garza" integró la superbanda que asaltó más de 50 camiones de caudales y bancos en la década del '90, y protagonizó una espectacular fuga de la cárcel de Devoto en 1994.

Ya instalado en Río Negro, el año pasado también había sido demorado por una situación confusa cuando estaba estacionado al volante de un Volkswagen color negro con vidrios polarizados frente a un bar céntrico de la ciudad.

La gente, temerosa de lo que pudiera estar planeando el famoso ex delincuente, llamó a la policía. El operativo tuvo su dosis de espectacularidad. Entre 8 y 10 agentes de la Comisaría III y la Brigada de Investigaciones local rodearon con sus autos el perímetro y se prepararon para actuar. Todo era posible.

Después de todo Sosa alguna vez se definió así mismo como el “mejor ladrón de la historia del país“. Tensos, levemente inclinados sobre sus cuerpos, con las manos ya sobre las armas, se mantuvieron expectantes mientras una pareja de compañeros golpeaba el vidrio del coche y le pedía su cédula a “La Garza”.

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“Sus documentos, por favor”, reclamó el policía. A lo que el antiguo asaltante de bancos y blindados respondió tal y como lo haría un político de fuste o una estrella de rock: “Vos sabés quién soy yo?”, preguntó. Pero sí, el agente, los vecinos y los pocos curiosos que andaban por la calle en ese momento, con casi 40 grados de temperatura, eran perfectamente conscientes de quién era el foráneo.

Los policías no quisieron arriesgarse. De inmediato sacaron a Sosa del auto y se lo llevaron esposado en una patrulla hasta la comisaría ubicada a unos 300 metros. El motivo: averiguación de antecedentes. Sin embargo, todo había sido una confusión. Junto a “La Garza” andaba Mónica Rodríguez de la Federación Argentina de Trabajadores de Industria Químicas y Petroquímicas (Fatiqyp) quien se ocupó de detallar cuáles eran las responsabilidades de Sosa. La mujer argumentó, ya en la comisaría, que Sosa trabajaba para el Sindicato del Plástico desde hace cinco años en el papel de custodio.

En la comisaría se comprobó que Sosa no tenía temas pendientes con la ley y que el VW estaba radicado en Quilmes sin problemas de papeles.

GP.

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