Tinelli cierra su aventura en el fútbol con un final muy diferente al que soñó

El animador dejó todos sus cargos en el ente rector del fútbol argentino, pero también se alejó de San Lorenzo con una licencia de 18 meses

Acostumbrado al éxito y señalado como uno de los hombres más poderosos de la Argentina, el fútbol le marcó un límite inédito a un Marcelo Tinelli que dejó ayer todos sus cargos en la AFA y en San Lorenzo.

"He decidido renunciar a mi cargo de vicepresidente de selecciones de AFA -continuó la carta-, a mi cargo de coordinador de Estatutos y Convenio de colaboración con AFA en nombre de la Súperliga, y solicité una licencia de 18 meses en mi cargo de vicepresidente de mi amado San Lorenzo".

Aunque Tinelli diga que se va "feliz" y que sólo se trata de un "hasta luego", la decisión del 17 de abril de 2017 es el punto final para su historia de declive en la AFA y el fútbol, un camino que inició el 3 de diciembre de 2015 con el inolvidable 38-38 en una votación en la que participaban 75 asambleístas.

¿Tiene realmente problemas de salud Tinelli? Una persona de estrecho y frecuente contacto con él aseguró a LA NACION que sí: "Se asustó con lo del pico de presión. Y la verdad es que no para, tiene demasiados frentes abiertos". Otro allegado añadió que el contexto fue disuasorio para el animador, que también tuvo tensiones con Matías Lammens, amigo de años y presidente de San Lorenzo: "Una cosa es que tu salud se resienta en un ambiente amistoso, pero la AFA no es precisamente eso".

Esos frentes abiertos que poco tiempo atrás Tinelli sentía que controlaría sin problemas se convirtieron en problemas mayores. Llamativo, porque fue hace apenas 15 días que Tapia le dijo a LA NACION que contaba con Tinelli, al que definió como "un gran dirigente que le va a aportar muchísimo a la selección nacional". Fuera o no sincero Tapia, lo cierto es que no será así, y la pregunta es ahora quién ocupará el lugar de Tinelli en una función tan delicada como la del manejo de los seleccionados nacionales. O, dicho de otra manera, quién ejercerá de nexo con un Lionel Messi que en los últimos tiempos mostró con frecuencia su cansancio, e incluso desprecio, por los manejos y los dirigentes de la AFA. No es un asunto menor para una selección que hoy no tiene asegurada su presencia en el Mundial de Rusia del año próximo.

Tinelli debió tragarse varios sapos en los últimos tiempos, comenzando con las idas y vueltas de aliados que al final no fueron tales, y que le impidieron pensar siquiera en desafiar con éxito a Tapia en la elección del 29 de marzo. Fue también impotente e incómodo espectador del despido de Bauza, el técnico que llevó a San Lorenzo a ganar la Copa Libertadores. Pese a las tres reuniones públicas -y alguna más privada- que mantuvo con el presidente de la Nación, Mauricio Macri, el gobierno se inclinó por apostar a la solución del mal menor, un Tapia tutelado por Daniel Angelici. Tinelli pagaba así también su apoyo a Daniel Scioli en la recta final de la carrera presidencial de 2015 ganada por Macri. Ahora, alejado por voluntad propia de ese mundo tan salvaje que es el fútbol argentino, Tinelli intentará volver a ser Tinelli.

G.I

Dejá tu comentario