Martín Fontana, médico del servicio de Otorrinolaringología del hospital, explicó que la cirugía en la cabeza de la niña solucionó el problema de pérdida de líquido cefalorraquídeo a través de la fosa nasal que sufría. Ese líquido es esencial para el buen funcionamiento del cerebro y la médula espinal y su falta o alteración puede provocar distintas enfermedades, como meningitis.
Por su parte, Ricardo Marengo, consultor de las fundaciones Favaloro y Fleni que colaboró en la operación detalló que “la cirugía es mínimamente invasiva y busca disminuir los riesgos respiratorios y de sufrimiento post-operatorio, sin generar cambios estéticos”.