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Dilma llamó a una reunión de emergencia

La presidenta de Brasil quiere estar lista ante la posible ruptura con el PMDB; necesita una estrategia para que no avance el juicio en su contra

BRASILIA.- Anoche, la presidenta regresó de Porto Alegre, donde pasó el fin de semana largo, y recibió al jefe de Gabinete Jaques Wagner, uno de sus funcionarios más fieles; y a varios asesores importantes de su gobierno.

El encuentro fue convocado porque mañana el principal aliado del Partido de los Trabajadores (PT) en el gobierno, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), va a anunciar si permanece en la coalición o no; y desde el gobierno dan la batalla por vencida. Ante este panorama, la presidenta quiere esbozar un plan para reemplazar los puestos gubernamentales claves en manos del partido saliente y asegurarse al mismo tiempo que no prospere el juicio político en su contra.

Hasta hace días, la estrategia del gobierno era tratar de debilitar al vicepresidente Michel Temer para evitar la ruptura. Sin embargo, el quiebre parece inevitable, de acuerdo a lo informado por el diario brasileño O'Globo.

Entre todo este plan que tiene en mente el gobierno se encuentra la asunción de Lula da Silva , pieza clave para asesorar y evitar que prospere el impeachment, que podría concluir con la destitución de la actual mandataria.

Otro de los objetivos de la presidencia es evitar el "efecto dominó". Es que si se concreta la ruptura con el PMDB, podría llegar a afectar a los otros tres grandes socios del Ejecutivo: el Partido Progresista (PP), que tiene 49 diputados; el Partido de la República (PR), que tiene 40; y el Partido Social Democrático (PSD), que tiene 33.

Según el diario Folha, el gobierno ya da por segura la salida del PMDB, al tiempo que los líderes del PP, PR y PSD admiten que están siendo presionados por sus parlamentarios para abandonar la coalición.

En total, el gobierno de Brasil arrancó en 2014 con ocho partidos aliados, además del PT, pero ya hubo una disidencia. La semana pasada, el Partido Republicano Brasileño (PRB) abandonó la coalición, lo que originó la salida del ministro de Deportes, George Hilton. Su lugar permanece vacante cuando faltan menos de cinco meses para que comiencen en Río de Janeiro los primeros Juegos Olímpicos de Sudamérica.

No obstante, según el diario O Globo, solo dos partidos aliados, a excepción del partido de Gobierno, están decididos a votar contra el juicio político: el Partido Comunista do Brasil (PCdoB) y el Partido DemocráicoLaborista (PDT, por sus siglas en portugués). Ambos suman 33 diputados, menos de la mitad de lo que tiene solo el PMDB, según la agencia DPA.

El centrista Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), principal socio del Gobierno de Dilma Rousseff y fuerza política de su vice, Michel Temer, se reúne mañana para discutir la probable salida de la coalición oficialista.

La ruptura de la alianza del PMDB con el gobernante PT, que se da casi por segura, representaría mucho más que un duro golpe para el gobierno de Rousseff: podría ser el impulso que falta para poner fin a su mandato.

Principalmente porque por detrás de la discusión sobre si romper o no con el gobierno subyace otro debate más peligroso para Rousseff: el de si apoyar o no el proceso tendiente a destituir a la presidenta, que es tramitado en el Congreso. De darse curso a esta línea, la salida de la mandataria resultaría en la asunción de Temer.

Se estima que la mayoría de los que defiende el "divorcio" de la alianza PT-PMDB -que ya lleva 13 años- también defiende que el partido apoye el "impeachment".

Y representantes del PMDB citados por "O Globo" afirman que cerca del 80 por ciento de los 155 integrantes del directorio nacional que tendrán en sus manos el martes la decisión están a favor de la ruptura.

Fuente:lanacion.com.ar

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