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Acoso: cuando los besos son los que matan

Una boca torpe en su mejilla le incomodaron las tripas. Ese fue el comienzo de un calvario que la avergonzó y atemorizó. La denuncia por acoso sexual contra su compañero de trabajo llegó 23 días después con la dignidad atropellada y la duda de ser culpable de algo. En el medio, llamadas y mensajes para vencer su resistencia. No, es no. Pero él no entendió. Una situación vivida en nuestro ámbito laboral. Por Patricia Acosta

El domingo 27 de marzo, según consta en la denuncia radicada en la comisaría primera de esta capital dos días después, ella limpiaba la zona de la cocina de la planta baja de los estudios y administración de LV12, Radio Independencia, ubicada en Laprida 530. Desde principios de marzo, se desempeña como personal de ordenanza los domingos, con horario rotativo, en ese medio de comunicación.  Él es operador de radio y ese día cumplía su turno. Estaban solos, en la cocina no hay cámaras de seguridad, ella venía negándose a sus ofrecimientos de encuentros aislados, él persistía en su intento de doblegar su voluntad. Ella no imaginó que se le aparecería ahí, con su metro ochenta de estatura y metro de espalda; que le sujetaría las manos y, por la fuerza, la llenaría de asco y vergüenza.


"Son situaciones de violencia que están contempladas en la ley. Son procesos, generalmente de vínculos, apoyados en una relación desigual de poder", explica Eva Fontdevila, coordinadora del Observatorio de la Mujer y añade: "Es en ese lugar superior que le otorga la sociedad donde, en general, el hombre se apoya para ejercer este tipo de violencia."
La Ley de Protección Integral de las Mujeres (26. 485) es la que prevé los tipos de violencia que vulneran a una mujer: la física, psicológica, económica, sexual y simbólica que es la construcción de imágenes esteriotipadas de la mujer en los medios de comunicación. La especialista aclara: “las situaciones de violencia no son episodios sueltos sino que son vínculos que muchas veces pueden llevar décadas".
Ella recuerda -y se encoje- que eran como las dos y cuarto de la tarde. Cerró su boca con fuerza, forcejeó, removió su espíritu, restauró su voluntada quebrada, su dignidad avasallada y escapó. 


"A la mujer le lleva mucho tiempo denunciar, primero porque es un proceso que ella tiene que asimilar, siente culpa, inseguridad y dependencia económica con la persona que la agrede", asegura Fontdevila por un lado y, por el otro establece diferencias: "La ley prevé tipos de violencia -por ejemplo la violencia sexual- y ámbitos o modalidades -por ejemplo la violencia laboral. 
El Observatorio de la Mujer atiende consultas sobre distintas situaciones que vulneran su integridad. "Si la violencia sexual ocurre en el ámbito laboral no estamos frente a la figura de violencia laboral. La violencia laboral es el ejercicio de violencia por parte de alguien que ejerce a través del trabajo esa violencia. Violencia laboral no es lo mismo que violencia en el ámbito laboral y esto está también tipificado por la ley. Es violencia laboral cuando el acoso se da entre personas vinculadas por una relación laboral", concluye Eva Fontdevila poniendo en evidencia una problemática sobre la que no se habla o se habla muy poco.


Ahora se espera que se cumpla los pasos que demanda el proceso penal. Los delitos por acoso, en general, son difíciles de probar porque el que lo comete busca la oportunidad: en general, la víctima está sola, indefensa, en inferioridad de condiciones (físicas y de jerarquía en la escala de poder) y es vulnerable. En este caso, ella es personal de limpieza, él operador de radio de planta permanente. 
El denunciado por este delito, por lo general y según consta en archivos judiciales, niega el hecho y culpa a la víctima o dice que fue con su consentimiento. Este caso, no es diferente. "¡No! yo ya hablé con ella y quedamos como amigos", le dijo el operador que cumplía su turno ese domingo a otra compañera de trabajo cuando lo increpó por lo ocurrido. Claro que, de manera explícita, está admitiendo que algo que no debió hacer, hizo. 
Las autoridades de LV12 Radio Independencia, dada la gravedad de lo denunciado y el malestar generado y puesto de manifiesto por el resto del personal del medio decidió suspender al operador por 15 días hasta tanto la justicia investigue y determine si se trató de un caso de "acoso sexual" en el ámbito del trabajo. La denuncia ya llegó a tribunales penales pero aún no llamó a las partes. Si no se probara el acoso y la justicia determinara que el denunciado es inocente de los cargos, las autoridades de la radio podrán levantarle la suspensión y reincorporarlo a sus funciones. Esto estará amparado por la ley. 

Él creyó que no lo demandaría. Él estaba seguro que ella terminaría cediendo a su asedio físico, verbal y psicológico. Intentó comprar favores. Invadió su mundo sencillo. La acosó. Y con ella, al resto de las mujeres de ese medio. 
Un beso que desordena las tripas. Un calvario que termina con la denuncia pero que se reinicia con el proceso judicial. 
Todo porque él  no pudo, no supo, no quiso entender que "No", es no. 
¿Hay otra interpretación?

 

 

Nota: También se incluyen los audios con la opinión de diferentes conductores y periodistas de nuestro medio

Patricia Acosta

Periodista de LV12

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