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Trasplantes: Tucumán está a la cabeza en el ranking de las provincias con más donantes reales

El paciente que recibirá el órgano se elige por cruzamiento de variables.

Cada vez que en los medios de comunicación aparece el caso de un paciente que necesita la donación de un órgano para sobrevivir se dice que está “en emergencia”. Lo que poco se difunde es cómo funciona el sistema de trasplantes de órganos en el país.

Según explica Aldo Bunader, director del Cucai Tucumán, una vez que hay muerte encefálica y se confirma que el paciente será donante arranca un procedimiento bastante complejo. Primero se analiza la inmunología del paciente. Si es donante positivo se arma la logística para la ablación (extracción de órganos). En muchos casos, cuando el receptor es de otra provincia, para esto deben llegar médicos de otras partes del país, quienes lo hacen en aviones privados.

¿Cómo se elige el paciente que recibirá el órgano? Se revisa la lista de los que están en situación de urgencia (pacientes graves o con riesgo de muerte). A esta lista la administra sólo el Incucai. Además de la prioridad hay otros factores que influyen en la asignación final del órgano. Otros criterios son la compatibilidad inmunológica, para que no haya rechazo del órgano, por ejemplo.

Este sistema de asignación de órganos va cruzando los datos con los de los pacientes en lista de espera y genera un puntaje (score) que, en el caso de los tejidos (córneas, piel, válvulas cardíacas, músculos o vasos sanguíneos) y los riñones, también tiene en cuenta como variable el domicilio del receptor. Si hay riesgo de vida, prevalece el estado clínico y no el lugar de residencia. En el caso de que haya dos pacientes en idéntica situación, eso actúa como factor de decisión.

Desde la identificación del potencial donante hasta la ablación no pasan menos de 24 horas. Los tiempos se vuelven tiranos después de la ablación por lo que se conoce como tiempo de isquemia: período que un órgano dura viable para trasplante fuera del organismo. Esto varía según de qué órgano se trate. Los riñones resisten hasta 24 horas, el hígado entre 8 y 12 horas mientras que el corazón o el pulmón, menos de cuatro. Una vez obtenido el órgano a trasplantar, se lava para eliminar la sangre del donante (las células sanguíneas pueden provocar una reacción en el receptor), se coloca en un recipiente estéril y en frío.

“En realidad, cuanto menos tiempo de isquemia tenga un órgano mejor será el pronóstico para la persona que recibe el trasplante. Ahora acortamos los tiempos gracias a los móviles que incorporamos”, resalta Bunader. Tucumán se ubica primero en el ranking de provincias con más donantes reales por millón de habitantes. Tiene 9,1 donantes por millón de habitante. Por detrás le sigue Capital Federal con 6,3.

Fuente: La Gaceta

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