Tres equipos argentinos, en la recta final por ser el campeón de América

San Lorenzo, Regatas Corrientes y Estudiantes de Concordia jugarán el cuadrangular decisivo en Boedo este fin de semana.

Se acerca el sábado y aumenta la tensión. Es lógico. Se viene la definición de la Liga de las Américas en Boedo y tres equipos argentinos se comen las uñas de la ansiedad por quedarse con el premio grande: ser campeón continental de básquetbol. A eso aspiran Regatas Corrientes, que a las 19.10 jugará la primera semifinal ante Mogi das Cruzes (Brasil), y San Lorenzo y Estudiantes de Concordia, que se enfrentarán a las 21.30.

La Liga de las Américas es la máxima competición continental de clubes desde 2007, superior en prestigio a la Liga Sudamericana. Y en su cuadro de honor están dos equipos argentinos que fueron campeones: Peñarol festejó en 2008 en Mexicali y en 2010 en Mar del Plata, y en 2011 lo hizo Regatas en Xalapa. Después de los subcampeonatos de La Unión de Formosa (2012), Lanús (2013) y Bahía Basket (2017), hay enormes chances de que la copa vuelva a la Argentina desde el domingo, día de la final.

“Somos candidatos y nos hacemos cargo”. La frase corresponde a Marcelo Tinelli, vice de San Lorenzo y principal responsable del básquetbol en el club. Y no está mal que se agrande. El azulgrana, bicampeón de la Liga Nacional, es por mucho el equipo con mayores recursos y variantes. La creatividad del Penka Aguirre y Justiz Ferrer en ataque, el sacrificio de Mathías Calfani, la propuesta física de Gabriel Deck y la puntería desde lejos de Marcos Mata, sumado a una profundidad de banco gigantesca con José Vildoza, Joel Anthony, Selem Safar y Gani Lawal, hacen de quienes serán locales los rivales a vencer.

“El cuadrangular final era un objetivo que nos habíamos propuesto. Me gusta mucho el carácter del equipo para asumir cada compromiso”, comentó el entrenador, Gonzalo García.

Como pasa con la Copa Libertadores en el fútbol, la Liga de las Américas tiene un gusto totalmente especial. La rivalidad entre latinoamericanos siempre motiva. Así lo expresó Sebastián Uranga, jugador de Estudiantes de Concordia e hijo del histórico ala pivote de la Selección: “Estamos en la final del torneo más importante del continente. Lo digo y se me pone la piel de gallina”.

Estudiantes es un equipo de joven trayectoria en la máxima categoría del básquetbol argentino. Jugó por primera vez entre 1987 y 1989, para retornar recién en 2013. Lucas Victoriano, entrenador del Verde y subcampeón mundial en 2002 con la Selección, coincide con Uranga: “No soñábamos con esto sino con trabajar. Estoy muy contento. Los jugadores se merecen lo que están consiguiendo por su forma de ser. La final de la Liga Sudamericana que perdimos con Guaros el año pasado nos fortaleció. Las virtudes de este equipo son jugar con humildad y con corazón. No somos mejores que nadie. Esa es nuestra fortaleza”.

Las chances de los entrerrianos pasarán por su ala pivote Anthony Smith Jr, así como por su escolta Clay Tucker, formado en la Universidad de Milwaukee y de paso por los Arkansas RimRockets en la Liga de Desarrollo de la NBA.

Pero sólo hay un equipo de estos tres que sabe lo que es ser campeón y Regatas Corrientes se aferra a eso. “Ya estar entre los cuatro es muy importante. Ahora se pone en juego la gloria deportiva, que pocas veces se da. Las chances son pocas, son pocos los privilegiados. Hay que seguir construyendo el camino porque nadie te saca la gloria” destacó ilusionado el entrenador Gabriel Piccato.

Regatas, equipo físico y pesado, cuenta con Paolo Quinteros, bronce olímpico en Beijing 2008, como estandarte, más los aportes de los veteranos Brandon Thomas (alero), Alex Harris (escolta) y Fernando Martina (pivote).

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