Un regalito marroquí le deja a Irán 3 puntos inolvidables

Con un gol en contra de Bouhaddouz, el conjunto dirigido por Carlos Queiroz consigue su segundo triunfo en la historia de los mundiales.

El fútbol puede ser muy caprichoso y ayer lo fue en el Marruecos-Irán, el primer partido del Grupo B en el que figura España. Los marroquíes dominaron gran parte del encuentro, siempre proponiendo más que su rival, sin embargo la victoria cayó del lado iraní gracias a un tanto en propia puerta de Aziz Bouhaddouz en el tiempo de descuento (95’). La selección de Carlos Queiroz se encontró con un premio mayúsculo tras no haber rematado ni una sola vez a puerta en la segunda parte, ya que fue la primera vez en la historia de un Mundial que una selección vence en el descuento con un autogol del rival.

La lesión de Dirar en el lateral derecho condicionó la alineación del seleccionador marroquí, Hervé Renard, quien colocó a Nordin Amrabat en el lateral derecho. Como viene siendo habitual, Achraf actuó por la banda izquierda de la defensa, la contraria de donde juega en el Real Madrid.

Marruecos empezó el partido queriendo llevar el peso del partido. Los ‘leones del Atlas’, incisivos por las bandas, crearon las primeras situaciones de peligro ante la portería defendida por Beiranvand, que a los 19 minutos intervino para desviar un remate a bocajarro de Benatia tras un sinfín de errores y despropósitos de la defensa iraní. Irán respondió acercándose a las inmediaciones de Munir, pero Ansarifard dudó en el momento clave y perdió la ocasión de remate.

El último tiro a puerta de Marruecos en el primer tiempo llegó a la media hora de juego. La combinación por la izquierda entre los jóvenes talentos marroquíes, Achraf y Harit, una sociedad que dará muchas alegrías a los ‘leones’, terminó con un disparo con rosca del segundo a las manos de el portero iraní.

Desde ese preciso momento Irán cogió las riendas del partido y creó la mejor ocasión de la primera parte. Un robo de Ebrahimi permitió a a los ‘príncipes de Persia’ salir rápido a la contra y llegar con claridad a la meta marroquí. Azmoun se quedó solo ante Munir, pero la presión le pudo y no pudo superar al portero del Numancia con un disparo cruzado. El rechace cayó a pies de Jahanbakhsh, que remató muy forzado y volvió toparse con un gran Munir. Así se llegó al descanso.

Susto Amrabat

Tras la reanudación, Marruecos volvió a adueñarse del esférico. Dos acciones de Amrabat por la derecha terminaron sin premio para los de Renard, a lo que les seguía faltando acierto en la definición. El jugador del Leganés tuvo que ser sustituido a veinte del final tras un golpe en la cabeza que le dejó grogui por unos instantes. Su hermano, Sofyan entró en su lugar.

El sopor se adueño del segundo tiempo y a ambas selecciones pasaron muchos minutos sin rematar a puerta debido a las numerosas interrupciones. Marrudeecos fue quien despertó a los aficionados con un disparo seco de Ziyech. El intento del jugador del Ajax se encontró con la fantástica estirada de Beiranvand para desviar el peligro.

La fortuna se ceba con Marruecos

Cuando ya todo parecía destinado al reparto de puntos, la mala fortuna se cruzó en el camino marroquí. Una falta lateral de Irán colgada al área terminó con el balón al fondo de la red con un gol en propia meta de Bouhaddouz. Carlos Queiroz, seleccionador iraní, no se lo creía tras ver como su equipo sumaría su primera victoria sin ni siquiera disparar entre los tres palos en el segundo tiempo. Demasiado premio para tan austero planteamiento.

Fuente: Mundo Deportivo

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