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La primera dama norteamericana rechaza las separaciones familiares de ilegales

Las declaraciones de Melania Trump se suman a las duras críticas de la oposición a esta medida que ha sido reivindicada desde Washington. Se cree que, en lo que va del 2018, unos 2000 niños han sido separados de sus padres al intentar cruzar la frontera.

La primera dama estadounidense, Melania Trump, se sumó al coro de críticas a la política del Gobierno estadounidense de separar a padres e hijos que han entrado ilegalmente a Estados Unidos.

La política de "tolerancia cero", que pretende disuadir a los migrantes ilegales de entrar a Estados Unidos, ha conducido a que unos 2.000 niños hayan sido separados de sus padres en los últimos seis meses, según los informes. 

"La señora Trump odia ver a los niños separados de sus familias y espera que las dos partes en el Congreso puedan finalmente ponerse de acuerdo para lograr una reforma migratoria exitosa", dijo su directora de comunicación, Stephanie Grisham. 

"Ella cree que debemos ser un país que sigue todas las leyes, pero también un país que gobierna con corazón", añadió. 

La declaración de Melania hace eco de las palabras de su marido, quien culpa a los demócratas de esta política, pese a que no se hizo efectiva hasta una orden tomada bajo su mandato. 

"Los demócratas deberían reunirse con sus homólogos republicanos y resolver algo sobre la seguridad fronteriza. No esperen hasta después de la elección porque van a perder", tuiteó el presidente a las pocas horas de la declaración de su esposa. 

La política de detención y persecución penal de todos los migrantes ilegales, incluso de aquellos que tenían previsto pedir asilo, fue anunciada en abril por el fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions.

Los niños no pueden ser enviados a las mismas instalaciones de detención que sus padres porque no se les acusa de un delito, y por ello han sido alojados con familias de acogida o trasladados a centros distintos, que según los informes incluyen un edificio de Walmart reconvertido.

El domingo a última hora, la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, defendió la política en una serie de tuits y acusó a los medios de comunicación de desinformación. "No tenemos una política de separar familias en la frontera. Punto".

Los legisladores se apresuraron a rechazar sus argumentos. "Esto no es cierto. Acabo de reunirme con agentes en el centro de procesamiento de la Patrulla Fronteriza en McAllen, Texas, quienes me contaron que 1.147 niños han sido separados de sus padres en sus instalaciones", escribió en Twitter el congresista demócrata David Cicilline. 

Esta semana, los congresistas votarán sobre dos medidas migratorias: un proyecto de ley presentado por el ala más conservadora de los republicanos y una propuesta más moderada apoyada por los líderes del partido.

 

Fuente: Deutsche Welle

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