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La justicia le da la derecha a Trump en una de sus políticas migratorias

En una decisión votada por mayoría, el Tribunal Supremo norteamericano avaló la medida que prohibe la entrada a inmigrantes de cinco países con mayoría musulmana.

El Tribunal Supremo de Estados Unidos otorgó este martes a Donald Trump la mayor victoria legal de su mandato. La Corte -con los cinco votos de los miembros conservadores a favor y los cuatro de los liberales en contra- decidió mantener el controvertido veto migratorio del presidente, que prohíbe viajar al país a viajeros de países musulmanes.

Actualmente, tras haberse emitido tres versiones de este decreto, esta política se aplica a cinco países de mayoría musulmana -Irán, Libia, Somalia, Siria y Yemen- después de que se retirara a Irak, incluido en la primera lista, tras su protesta por ser aliado de Washington en Oriente Próximo. En abril, además, se eliminó de la lista a Chad después de que accediera a cooperar con Washington. La prohibición de viajar también afecta a dos países no musulmanesCorea del Norte y Venezuela.

La decisión del Tribunal no sólo entrega al republicano su primer gran triunfo ante una de sus iniciativas más importantes, sino que además rechaza que el presidente se haya excedido en su autoridad y esté discriminando a los musulmanes. De esta forma, el Tribunal Supremo reconoce además la competencia del republicano de prohibir la entrada a viajeros de ciertos países musulmanes si considera que es necesario para proteger el país.

Inmediatamente después de conocerse la decisión, Trump se lanzó a su altavoz favorito, Twitter, donde tiene más de 53 millones de seguidores. "La Corte Suprema mantiene la prohibición de Trump. Wow!", escribió en mayúsculas el presidente, que habló de sí mismo en tercera persona.

En la explicación de la decisión, escrita por el presidente del Tribunal Supremo, el juez John Roberts, se razona que Trump no violó la ley con este decreto, cuya versión inicial se firmó el 27 de enero de 2017. Entonces, provocó un gran caos en los aeropuertos internacionales ante la falta de coordinación con el departamento de Estado y Seguridad Nacional, del que dependen los agentes de la Frontera. El decreto prohibía en un principio la entrada a los viajeros de Irán, Irak, Siria, Libia, Somalia, Sudán y Yemen. Los guardias no supieron qué hacer: si seguir la orden del presidente, su comandante en jefe, o permitir a los viajeros de los citados países pasar la frontera en los aeropuertos, ya que tenían sus visados en regla tramitados en las embajadas de EEUU.

En cualquier caso, el presidente del Supremo muestra cautela a la hora de respaldar los controvertidos comentarios del presidente sobre los inmigrantes. "No expresamos ningún punto de vista sobre la solidez o congruencia de la política", escribe Roberts sobre este veto migratorio, cuya última versión entró en vigor en diciembre cuando la Corte Suprema rechazó bloquearlo. Entonces, los jueces del Alto Tribunal decidieron permitir su puesta en marcha a pesar de la pelea judicial en su corte y otras menores, donde se han bloqueado las tres versiones diferentes de este veto.

 

La juez Sonia Sotomayor fue la encargada de redactar el texto discrepante de los liberales. "Un observador razonable concluiría que esta proclama fue motivada por un ánimo antimusulmán", redactó Sonia Sotomayor, que junto con los jueces liberales del Alto Tribunal, Stephen Breyer, Ruth Bader Ginsburg y Elena Kagan, reconoció haber llegado a la conclusión de que "se ignoran los hechos" y "se mira a otro lado ante el sufrimiento que se causa en incontables familias e individuos".

Mientras, continúa la controversia en política migratoria a cuenta de la separación de las familias en la frontera. El alto jefe de seguridad fronteriza, Kevin K. McAleenan, comisionado de Protección de Aduanas y Fronteras, reconoció que su agencia no sólo ha dejado de llevar ante la Fiscalía a los adultos que cruzan de forma ilegal con niños, sino que se ha recuperado la política del anterior presidente Barack Obama, 'catch and release' (captura y liberación, en español).

Muy criticada por el presidente republicano, porque a su juicio incita al crimen y la violencia, la política implica la libertad del inmigrante indocumentado, debido a los tradicionales problemas de espacio en los centros de detención de inmigrantes, bajo la "promesa", que no se suele cumplir, de que el inmigrante se presente ante el juez de inmigración el día de su vista.

"Nuestra agencia y el Departamento de Justicia coinciden en que se puede juzgar a los adultos que vienen de forma ilegal con niños sin separarles de ellos. Pero, al no tener espacio en los centros de detención, se pondrá en libertad a los inmigrantes a cambio de que se comprometan a acudir ante el juez de Inmigración. Juzgaremos a los adultos que vienen solos y a los que presentan un peligro para los niños", explicó McAleenan sobre la solución para los clásicos problemas de hacinamiento de los centros de detención de inmigrantes en Estados Unidos.

Una aseveración que contradice las declaraciones de la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, que desde Washington asegura que la "tolerancia cero" contra la inmigración ilegal sigue vigente a pesar del decreto de Trump que daba marcha atrás a la iniciativa de separar a las familias. "No estamos cambiando la política. Simplemente nos hemos quedado sin recursos", justificó la portavoz de Trump, que echó la culpa a los demócratas del Congreso por no cambiar la ley migratoria.

 

Sección: El Mundo

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