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Certifican como libres de fuego 18.900 hectáreas de cañaverales tucumanos

La Certificación de Buenas Prácticas Local G.A.P. convierte a nuestra provincia en pionera, a nivel mundial, en implementar un protocolo que requiere el compromiso del productor cañero.


La quema de cañaverales en Tucumán es una práctica agraria arraigada que se busca erradicar con el fin de cuidar el medio ambiente y la productividad del campo provincial. Para ello, la Secretaría de Medio Ambiente del Ministerio de Desarrollo Productivo de Tucumán aplica el programa de Certificación de caña de azúcar sin utilización de fuego.

Durante la jornada de hoy, personal de la Dirección de Fiscalización Ambiental dependiente de la Secretaría de Medio Ambiente, participó del proceso de certificación de Buenas Prácticas Local G.A.P. en un campo de 200 hectáreas ubicado en Mancopa, departamento de Leales.

En el terreno, también se hicieron presentes productores, representantes del Consorcio Regional de Experimentación Agrícola y auditores de la consultora SGS Argentina dependiente de la empresa francesa Société Générale de Surveillance que brinda certificaciones internacionales con el aval del Organismo Argentino de Acreditación (OAA) y el SENASA, entre otras instituciones.

Con el fin de garantizar la sustentabilidad de la industria, ya fueron certificadas 18.900 hectáreas en lo que va del año, pudiendo alcanzar a fines del 2018 las 30 mil hectáreas. Así lo expresó el subsecretario de Protección Ambiental, Marcelo Lizárraga, que destacó el esfuerzo que realizan los productores para adecuarse a las normativas ambientales y erradicar la quema de cañaverales que en la provincia superan las 200 mil hectáreas.

Regulación normativa de la actividad 

Facundo Moreno, subdirector de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Medio Ambiente, explicó que la certificación puede obtenerse por el productor al hacer auditar su campo cuando realiza una cosecha en verde y no utilizan fuego tanto durante la cosecha y como en el tratamiento de sus residuos.

Y dijo que esto le sirve al cañero que no utiliza el fuego en la cosecha para que en caso de que se tramitara un sumario administrativo en su contra, pueda acreditar sus buenas prácticas agrícolas y sus cosechas en verde. “Es una prueba fehaciente del productor de que puede haber sido una quema incidental o vandálica de terceros, o de banquina en campos cercanos a las rutas como muchas veces ocurre. En esos casos, el productor termina siendo víctima de la quema de caña”, declaró.

La educación comunitaria reúne a niños y cañeros

Susana Meoni, directora de Fiscalización Ambiental aseguró que se están realizando tareas de prevención: “Entendimos que no sólo la sanción es lo necesario. Desde principio de año recorremos las escuelas y se les da charla a alumnos y cañeros”, contó.

Las tareas se realizan en escuelas de La Florida y Ranchillos donde se les brinda información a los chicos sobre las consecuencias del uso del fuego, las problemáticas de la salud y el medio ambiente. “Se les enseña a reciclar de tal manera que no necesiten fuego para eliminar la basura. Hacen recolección de tapitas, compost con la basura y se les inculca para que en el futuro tengan otra mentalidad”, afirmó Meoni.

También la fiscalización dio charlas a los cañeros donde se enseña las consecuencias del uso del fuego, la problemática ambiental y sanitaria. En estos talleres se dio lugar a que el INTA y la Estación Experimental mostraron cómo utilizar el rastrojo y los desechos que produce la cosecha, contó Meoni.

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