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El segundo trimestre del año arrojó una caída del PBI del 4,2%

Las principales razones que encuentran al mayor derrumbe desde 2008 informado por el Indec son la crisis global, la corrida cambiaria y la sequía.

Incluso antes de que la crisis cambiaria afectara a los salarios y al consumo privado, la actividad económica ya mostró una caída grande: el segundo trimestre del 2018 dio una contracción de 4% en la comparación con el primer trimestre. Para encontrar una de semejante magnitud hay que remitirse al duro 2008, en el que se conjugaron la crisis global, la corrida cambiaria y la sequía. En el 2018, tal como mostró el Indec, la principal impulsora del cimbronazo fue la sequía, que provocó una caída del agro de 31,6%. Pero la demanda interna no ayudó y también mostró un mal desempeño. El PBI interanual dio caída de 4,2%.

Una buena forma de analizar la dinámica del PBI es mirando desde la demanda. Ahí se destaca una caída de las exportaciones de 14,2%, reflejando en espejo el impacto de la sequía en la oferta del agro. Pero además el consumo privado dio una merma de 1,1% y la inversión una de 6,9% (desde el 2012 no caía tanto ese componente de la demanda agregada, que el Gobierno supo marcar como una de las palancas clave del proyecto de crecimiento).

Es decir que ningún componente aportó al crecimiento. De la mano del ajuste sobre el gasto corriente, el consumo público no tuvo variación. Así, desde Ecolatina destacaron la dinámica que diferenciará a las contracciones del segundo y el tercer trimestre. Mientras que en el segundo trimestre el agro lideró y los demás componentes no ayudaron, en el tercero la caída será casi toda por la crisis cambiaria y su golpe en el bolsillo y se sumará a la tasa de interés alta y el ajuste fiscal.

"Más allá del shock de oferta generado por la sequía en el segundo trimestre, la recesión se profundizó en los últimos meses, producto de los saltos cambiarios, la aceleración de la inflación y la fuerte suba de tasas de interés. La recesión pasará de ser un shock de oferta a una contracción de la demanda interna (consumo e inversión)", dijo Ecolatina.

De lo que no caben dudas es de que en el tercer trimestre habrá una nueva caída de la actividad, lo que consolidará la entrada en la recesión. El director de Macroviews, Pablo Goldín, anticipó: "En el segundo trimestre hubo mucho impacto de la sequía y el resto tuvo un frenazo importante. En el tercer trimestre, que lo estamos terminando de transcurrir ahora, la sequía será en el resto de la economía. Esperamos una caída de 5% interanual. El agro no alcanza para compensar. Esa misma perspectiva va para el cuarto trimestre: habrá caída".

Para Goldín el 2018 terminará con caída de 2,5%, similar a la de 2,4% que prevé el Gobierno. El director del CESO, Andrés Asiaín, prevé una baja de 3%. Y ya la pregunta es si será cumplible la contracción de 0,5% para el 2019. Goldín afirmó: "Es larguísimo plazo y no se puede pronosticar. No digo que sea imposible pero parece un número muy positivo". Asiáin coincidió en la dificultad de hacer un pronóstico de tan largo plazo: "Si el FMI le permite usar dólares para estabilizar al dólar, lo puede lograr, sino la caída será peor".

Fuente: Bae Negocios.

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