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Macron baja los decibeles en su enfrentamiento con Trump

El jefe de Estado francés recibió al norteamericano en el Eliseo. Trump había pronunciado su descontento con la creación de un supuesto ejército europeo por fuera de la OTAN.

Apaciguamiento después de la bronca. Diplomacia después un tweet muy duro. Emmanuel Macron y Donald Trump escenificaron, al menos en público, un armisticio en su encuentro en el Elíseo. Aunque las diferencias son evidentes.
El lenguaje corporal delataba la tensión. El presidente de la República francesa recibió a su homólogo con la mejor de las sonrisas. Hubo apretón de manos. Pero el presidente americano tenía el ceño fruncido y cara de pocos amigos.

Trump está en París para asistir el domingo a la conmemoración del Armisticio que puso fin a la Primera Guerra Mundial. Pero sus diferencias sobre el papel de Europa en la defensa común se han puesto de nuevo de manifiesto.
La cosa empezó a torcerse nada más aterrizar en el aeropuerto de Orly el Air Force One. "El presidente francés Macron acaba de sugerir que Europa construya su propio ejército para protegerse a si misma de Estados Unidos, China y Rusia. Muy insultante, pero ¡quizás Europa debería primero pagar su parte justa de la OTAN, que Estados Unidos subvenciona en gran parte!", escribió Trump en su cuenta de Twitter.

 

El presidente americano hacía referencia a unas declaraciones del francés a la emisora Europe 1 el pasado martes. Es cierto que Macron dijo: "tenemos que protegernos frente a China, Rusia e incluso de Estados Unidos". Pero en ese momento de la entrevista hablaba de las amenazas cibernéticas y de la retirada unilateral de EEUU de un tratado de desarme nuclear con Rusia.
En muchas informaciones, las palabras de Macron fueron reproducidas tras estas otras: "Los europeos no estarán protegidos si no nos decidimos a tener un verdadero ejército europeo. Cara a Rusia, que está en nuestras fronteras y que ha demostrado que puede ser una amenaza, Europa debe ser capaz de defenderse por sí misma, de manera soberana, sin depender de EEUU".

En cualquier caso, bastaba ver las caras de ambos mandatarios para darse cuenta de que no estaban en la misma longitud de onda. Macron, sonriente, se esforzó en romper el hielo, dando palmaditas en la rodilla de Trump. Ambos, sentados, en las sillas doradas del Elíseo. El presidente americano, serio, con el ceño fruncido y la mandíbula apretada.

 

Macron se dirigió a él en francés e inglés. Recordó que "la amistad entre ambos pueblos y sus ejércitos es la más antigua del mundo", en alusión al apoyo de Francia a la lucha de los americanos en la guerra por su independencia de la corona inglesa. Concedió que Europa tiene que compartir los costes de su defensa. Esto dio pie a su homólogo para devolver las cortesías, y pronunciarse a favor de una Europa unida.

El bla bla bla diplomático alude a la bronca que Trump pegó a sus socios de la OTAN porque no contribuyen de modo suficiente al gasto militar. Sostiene que Washington "subvenciona" la seguridad de una Europa que aprovecha para emplear su dinero en otras políticas. Trump, a su modo, grosero, viene insistiendo en lo mismo que dijo, con elegancia, Obama en su última visita a Europa. El compromiso, dedicar el 2% del PIB a gasto militar sigue sin cumplirse.

 

Entre Trump y Macron hay también otra diferencia de calado. El presidente francés ha organizado un Foro por la Paz, al hilo del centenario del Armisticio. La idea central es la respuesta multilateral a los riesgos del presente. Esto, obviamente, repele a Trump que no tomara parte en el Foro.
Los dos presidentes almorzaron en el Elíseo, en compañía de sus esposas, Brigitte y Melania. Trump suspendió su visita a un cementerio militar "debido al mal tiempo". El domingo participarán con otros 70 jefes de Estados, entre los que están Putin y el Rey de España, en los actos conmerativos del 11 de noviembre.

 

Fuente: El Mundo

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