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Por la inflación, el billete de $ 500 ya perdió 43% de poder adquisitivo desde que fue lanzado

El “yaguareté” entró en circulación el 29 de junio de 2016. Desde entonces, la inflación trepó más de 76%.

Ir hace un tiempo atrás a comprar en cualquier negocio de un barrio de la Argentina y pagar con un billete de 500 pesos era un karma para poder dar vuelto. Ahora es cada vez más habitual y nadie se queja. Los comerciantes ya no reniegan del “yaguareté” ni preguntan “No tenés más chico?”. Es que 500 pesos compran cada vez menos cosas. Desde que salió a la calle, a fines de junio de 2016, el que era entonces el billete de más alta denominación de la economía argentina perdió un 43,2 por ciento de poder adquisitivo.

El “yaguareté” fue el primer animal impreso en papel moneda que salió a la calle, el 29 de junio de 2016. Desde entonces y hasta fines de septiembre, la inflación corrió, después trotó y luego aceleró a zancadas, hasta acumular un 76,63 por ciento. Todo eso erosionó la capacidad de compra del billete y contribuyó a generalizar su circulación.

Los 500 pesos del 29 de junio de 2016 equivalen a casi 284 pesos del 30 de septiembre de 2018. Perdió 43,2% del valor. O, dicho de otra forma, para comprar lo que se adquiría en ese entonces con un billete de 500 hacen falta un yaguareté, una ballena franca austral, una Evita, un cóndor, un guanaco, un Belgrano y algunas monedas: 883,15 pesos.

En julio de 2016, cuando el yaguareté empezaba a caminar, un kilo de pan costaba $30,07 pesos, un kilo de asado, $103,13, un litro de leche, $16,53, un kilo de queso cremoso, $119,29 y un paquete de fideos de 500 gramos, $16,05.

En septiembre de 2018, el pan se vendía a mñas de 65 pesos el kilo, el asado, a $180, el sachet de leche, a $29,28, el kilo de queso, a $190 y los fideos, a $ 35,68, siempre según lo relevado por el Indec.

Así, el billete de 500 pesos podía comprar 15 kilos de pan en julio de 2016, pero en septiembre de 2018 alcanzaba para menos de la mitad: 7,43 kilos. Podían comprarse 4,85 kilos de asado, pero ahora alcanza para 2,50 kilos. O equivalía a 30,25 sachets de leche, y ahora, a 17,62 litros. Con 500 pesos, también se podían comprar 4,19 kilos de queso y no solo 2,63 kilos, como en septiembre último. Los paquetes de fideos aumentaron en todo este tiempo 160%: un billete de 500 compraba 31,15 unidades y ahora alcanza para 12,42.

Al momento de entrada en vigencia del billete de 500, nueve de cada diez billetes que se imprimían era de 100 pesos. Dos años y cuatro meses después, ya existen en circulación casi tantos “yaguaretés” como billetes de $10 o de $5, según datos del Banco Central.

Al 31 de octubre, había impresos 506,4 millones de unidades billetes de 500 pesos, 546,2 millones de billetes de $10 y 535,4 millones de papeles de 5 pesos. Casi el 10 por ciento de los billetes en circulación (5639,4 millones) son de $500. Los billetes de $100 siguen siendo gran mayoría pero ahora significan el 60 por ciento del circulante: existen impresos 3384,5 millones de unidades.

De los billetes de mayor denominación, el que más circula es el de $500. Hay, además, 281,5 millones de unidades de $200 y apenas 65,8 millones de billetes de 1000 pesos.

Fuente: El Tribuno

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