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¿Sabías que el cáncer bucal es más común de lo que pensas? Hay más de 3.000 casos por año.

Su principal causante es el consumo de cigarrillos y alcohol, pero detectado a tiempo, las posibilidades de control aumentan notablemente.

El cáncer bucal es menos conocido que otros tipos de tumores por la población en general, pero su tasa de mortalidad es más alta que la de varios, debido a que en el 85% de los casos es detectado en etapas avanzadas, cuando las chances de éxito del tratamiento son menores. Un simple chequeo realizado por un odontólogo e incluso el autoexamen en busca de anomalías son herramientas eficaces para “agarrar a tiempo” a esta enfermedad cuyos principales factores de riesgo son el cigarrillo, el alcohol y la infección por VPH vinculada al sexo oral sin protección, pero en la que la desinformación también hace su parte.

Cada año se detectan en Argentina 3.000 nuevos casos de cáncer bucal. En el mismo período provoca la muerte a entre 800 y 1.000 personas (aproximadamente dos por día). Representa el 4% de la incidencia de todos los tipos de cáncer y es el más frecuente entre los de cabeza y cuello (el 44% ocurren en la boca; seguidos por los que se localizan en la laringe, 33%; y la faringe, 23%). Suele presentarse a partir de los 40 años.

Más allá de la predisposición genética, en el desarrollo del cáncer bucal los hábitos y el estilo de vida juegan un papel central. “El tabaco, el alcohol y el virus de papiloma humano (VPH) son sus principales causas. También el consumo de bebidas calientes, el trauma crónico sobre determinados tejidos blandos bucales por dientes en mal estado o prótesis incorrectas, la mala higiene oral y la exposición solar desmedida, sobre todo en el labio inferior”, enumera Ricardo Sforza, coordinador del Programa Nacional de Cáncer Bucal (PRONACABU).

Evitar esos factores de riesgo es clave para la prevención primaria. Pero dos condiciones favorecen la secundaria, es decir, el diagnóstico precoz: la boca tiene una sensibilidad especial (cualquier alteración suele percibirse) y está expuesta a la observación directa. “La mejor conducta que podemos asumir para prevenir este cáncer, además de alejarnos de sus factores de riesgo, es realizar visitas periódicas al odontólogo, quien está capacitado para reconocer tempranamente los cambios que puedan conducir a su formación. También es útil el autoexamen de la mucosa oral en busca de cambios de coloración, bultos, deformidades y atender a síntomas como dolor, ardor, sangrado, asperezas, e induraciones [endurecimiento o espesamiento de un tejido]”.

Sin tratamiento, el cáncer bucal avanza comprometiendo funcional y estéticamente a las personas. Una vez diagnosticado, las alternativas de tratamiento incluyen cirugía, radioterapia, quimioterapia y medicamentos de blanco específico.

✔️Manchas blancas, rojas o marrones que no desaparecen en dos semanas

✔️Úlceras o "llagas" que no cicatricen en dos semanas

✔️Retraso en la cicatrización después de una extracción dental o hemorragias sin causa

✔️Endurecimiento, hinchazón indoloros

✔️Dificultad al masticar o tragar

✔️Dolor de oídos, de mandíbula o de lengua

 

✔️Consumo de tabaco

✔️Consumo de alcohol

✔️Mala higiene bucal

✔️Dientes rotos o prótesis que lastiman la boca

✔️Piercing oral

✔️Exposición solar sin protección

✔️Infecciones virales: VPH

 

✔️Visitar al odontólogo cada 6 meses

✔️Evitar hábitos que favorezcan su aparición

✔️Alimentación rica en frutas y verduras

✔️Buena higiene bucal

✔️Reponer las piezas dentales faltantes

 

 

Fuente:  Clarín. 

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