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El Papa dice que siente una “pena insoportable” por los casos de abusos

Francisco se refirió al tema el mismo día en que el cardenal francés Philippe Barbarin fue condenado a seis meses de prisión por encubrir casos de pederastia.

El papa Francisco dijo que sentía “dolor y pena insoportables” por los casos de abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia Católica.

Sus palabras, durante un encuentro con el clero de Roma en la basílica de San Juan de Letrán, se producen el mismo día en que el cardenal francés Philippe Barbarin, arzobispo de Lyon, fue condenado a seis meses de prisión por encubrir casos de pederastia.

"El pecado nos arruina y sufrimos como una humillante experiencia cuando nosotros mismos o uno de nuestros hermanos sacerdotes u obispos cae en el abismo sin fondo del vicio, de la corrupción o, peor aún, del crimen que destruye la vida de los demás", reconoció Francisco en el acto a puerta cerrada en Roma.

Las palabras del pontífice se producen mientras trata de afrontar las crisis de abusos sexuales a menores y su encubrimiento por parte de sacerdotes, que han salpicado incluso a altos jerarcas como el cardenal australiano George Pell, hallado culpable en su país.

Dirigiéndose al clero de Roma, del que es obispo, Francisco dijo: "Quiero compartir con vosotros el dolor y la pena insoportables que causan en nosotros y en todo el cuerpo eclesial la ola de escándalos que llenan los periódicos de todo el mundo".

El pontífice considera "evidente" que "el verdadero significado de lo que está ocurriendo debe buscarse en el espíritu del mal, del Enemigo, que actúa con el pretexto de ser el patrón del mundo", pero animó a los sacerdotes a "no desanimarse" ante estos escándalos.

"¡No nos desanimemos! El Señor está purificando a su Esposa y nos está convirtiendo a todos. Nos está haciendo experimentar esta prueba para que comprendamos que sin él somos polvo", exclamó Jorge Bergoglio.

Agregó que "nuestro humilde arrepentimiento, que sigue silencioso con lágrimas ante la monstruosidad del pecado y la insondable grandeza del perdón de Dios, este humilde arrepentimiento es el inicio de nuestra santidad".

Fuente: Clarín

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