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El pasajero que por dos minutos no subió al Boeing de Ethiopian Airlines

En el vuelo 302 de Ethiopian Airlines murieron el pasado domingo 157 personas. Por 120 segundos, el griego Antonis Mavropoulos no subió al avión.

En el vuelo 302 de Ethiopian Airlines a bordo de un Boeing 737 Max-8 murieron el pasado domingo 157 personas. En realidad, por unos segundos no fueron 158 los fallecidos. El griego Antonis Mavropoulos acaba de contar en Facebook su emotiva historia: “Mi día de suerte”.

Tal y como explica Mavropoulos, que él no se encontrara en el avión se debe al azar o a una serie de coincidencias. De hecho, desde el domingo no puede dejar de pensar en el momento en que vio a los últimos pasajeros adentrándose en el túnel que los llevaba al Boeing.

El pasajero que nunca embarcó compartió una imagen de su tarjeta de embarque junto con una publicación en Facebook bajo el título de “My Lucky Day”. En ella detalla los eventos que lo llevaron a perder el vuelo 302.

El avión siniestrado con destino a Nairobi despegó a las 8.38 am del aeropuerto internacional de Addis Abeba Bole y perdió contacto seis minutos más tarde, según explicó en un informe Ethiopian Airlines. A bordo del Boeing 737 MAX 8 había 149 pasajeros y ocho miembros de la tripulación.

Mavropoulos, quien vive en Grecia y dirige una empresa de reciclaje, viajaba a Nairobi para una conferencia ambiental y tenía un vuelo de conexión en Addis Abeba. Sin embargo, cuando su primer vuelo llegó a Etiopía, el hombre contó que tenía menos de 30 minutos para llegar a la puerta de embarque de la siguiente conexión de su viaje. Tal y como cuenta en Facebook: "Cuando llegué, la puerta se acababa de cerrar y vi a los últimos pasajeros en el túnel entrando en el avión. Grité para que me dejaran entrar, pero no me lo permitieron".

Entonces tuvo lugar una fuerte discusión con el personal de tierra para tratar de subirse al avión por lo que él entendía “unos minutos tarde”. Mavropoulos estaba muy enfadado, pero los empleados del aeropuerto se disculparon por las molestias y ayudaron a reservarle un vuelo que salía más tarde en la misma mañana.

Tras una espera de aproximadamente tres horas, el hombre dijo que se estaba preparando para el siguiente vuelo cuando dos guardias de seguridad le detuvieron y le dijeron que no podía abordar por razones de seguridad. Mavropoulos volvió a quejarse, no entendía qué estaba ocurriendo: "Me quejé y los guardias me llevaron a su supervisor, quien cortésmente me dijo que no protestara y que debía agradecerle a Dios, porque era el único pasajero que no abordó en el vuelo 302, que estaba desaparecido.. . Al principio pensé que estaba mintiendo, pero su actitud no dejaba lugar a dudas".

El personal de seguridad del aeropuerto hizo esperar al hombre mientras verificaban quién era y por qué no abordó finalmente en el vuelo. Mientras esperaba, se encontró con las noticias sobre el vuelo 302 e inmediatamente llamó a su familia para decirles que no se encontraba en el avión: "En ese momento me derrumbé porque me di cuenta exactamente de la suerte que tengo. Perdí el vuelo debido al escaso tiempo entre las conexiones y al hecho de que solo tenía equipaje de mano. No facturé mi maleta, porque sabía que la brecha entre los vuelos de conexión era estrecha. Si hubiera registrado la maleta, me habrían esperado".

Mavropoulos, quien todavía se encuentra en Nairobi, agregó que no durmió en toda la noche porque “es difícil comprender exactamente lo que sucedió”. Por eso dice que ha querido compartir su experiencia en Facebook: "Estoy publicando esto porque quiero decirles a todos que los hilos invisibles de la suerte, las circunstancias no planificadas, tejen la red en la que está atrapada nuestra vida. Hay millones de pequeños hilos que normalmente nunca sentimos, pero si uno rompe toda la red, se desenrolla instantáneamente".

Por cierto, Mavropoulos se despidió en su emotivo mensaje con un guiño a la banda Jethro Tull: “Tal vez no sea demasiado viejo para el rock and roll, y demasiado joven para morir”.

Fuentes: Gizmodo, CNN, NBC, Facebook.

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