Como consecuencia de la crisis, se registró un cambio en el patrón alimentario

La nutricionista Ivana Herrera, explicó que los argentinos "tenemos una dieta muy rica en carne, básicamente proteica". Sin embargo, por la situación económica actual, algunas conductas se modificaron y se observa un mayor consumo de hidratos de carbono.


Por el aumento de los precios, principalmente en productos como la carne, se está cambiando el patrón de consumo. La Nutricionista Ivana Herrera admitió que "se está notando un cambio en el patrón de alimentación muy profunda. Con el tema de la crisis hay un mayor consumo de los hidratos de carbono, de galletas, fideos, polenta y de alimentos procesados que tienen un mayor contenido graso, lo que nos lleva al exceso de peso, pero a la carencia de otros nutrientes". 

En este marco, la especialista dio algunos tips para reemplazar la carne y no dejar de ingerir alimentos que tengan las vitaminas y los valores proteicos necesarios para una alimentación saludable.

"El consumo de carne se ve afectado sobretodo en los niveles económicos más bajos. Para eso nosotros tenemos que recurrir a la intersuplementación que sería tratar de cubrir ciertos alimentos con la combinación de otros. En el caso de la carne una buena opción es combinar los cereales con las legumbres por ejemplo consumir arroz con lentejas o hacer una sopa de arvejas".

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Respecto al consumo de lácteos, la especialista recomendó no dejar de ingerir estos productos porque son una fuente, principalmente, de calcio. 

"La leche es una fuente principalmente de calcio por lo que es recomendable consumir los lácteos, pese a que hay otros alimentos que son fuentes de calcio como los vegetales de hojas verdes, las semillas de lino y de sésamo".

En cuanto a la ingesta de carnes en una dieta semanal, lo recomendable es consumir carne roja tres veces por semana, y carnes blancas, como el pollo o el pescado, dos veces por semana con la porción que representa la palma de la mano. "Eso sería el consumo ideal en una alimentación saludable básica", remarcó.

Consultada por el sobrepeso en niños y adolescentes, dijo que se están viendo muchos casos de obesidad infanto-juvenil justamente a partir del incremento de los precios. "Hay un mayor consumo de alimentos que son ricos en hidratos de carbono y grasas porque son justamente más baratos que son las dietas farináceas que nos están llevando a un aumento en la incidencia del sobrepeso y la obesidad. Ahora ya no se habla de la obseidad y desnutrición por separado, sino que estamos hablando de patologías asociadas, en donde tenemos niños obesos con desnutrición oculta porque están excedidos en el peso, pero les falta minerales como el hierro o ciertas vitaminas".

Por otra parte, remarcó que las verduras son irremplazables, al igual que las frutas, por lo que señaló que una buena opción son las huertas familiares.   

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