El 51% de la población de Salta es pobre, el índice más alto de la media argentina

Más de 700 mil personas tienen carencias en distintos indicadores. Según un informe elaborado por la Universidad católica Argentina (UCA) una familia tipo (cuatro integrantes) necesitó, en febrero, $27.570 para no ser pobres.

Más de la mitad de la población de Salta está afectada en algún punto por la pobreza estructural que, a diferencia de la monetaria, es la que se mide por carencias en indicadores como vivienda, empleo, acceso al agua o al saneamiento básico, educación, ingresos y protección social.

El lunes, la Universidad Católica Argentina (UCA) reveló su informe anual en el que se expone que la pobreza multidimensional urbana pasó del 26,6 al 31,3 por ciento de la población entre 2017 y 2018, en un contexto en el que se redujo la cantidad de hogares sin acceso a cloacas, bajo contaminación o con vivienda precaria.

En este contexto, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Indec) dará a conocer hoy los datos oficiales de pobreza que, a diferencia de la medida por la UCA, solo mide los ingresos y se espera que la cifra supere el 30 por ciento.

El director del Instituto de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico (Ielde), Jorge Paz, consideró que "en pobreza por ingresos Salta no está lejos del promedio nacional, es decir alrededor de un tercio de la población tendría ingresos que no alcanzan a cubrir la canasta básica".

Paz anticipó que "en lo que está peor Salta es en pobreza estructural, en pobreza no monetaria", y reveló que, según las estimaciones de la institución que encabeza, realizada con datos oficiales (de la Encuesta Permanente de Hogares - EPH), el 40 por ciento de la población urbana en Argentina tiene al menos una privación de este tipo" y que, aún peor, "en Salta, la cifra asciende al 51 por ciento, 11 puntos porcentuales más que la media nacional".

Multidimensional

Para Paz, "una característica de la pobreza en Salta, comparada con el promedio nacional, es que no sólo hay más personas con privaciones no monetarias, sino que la pobreza en la provincia es más intensa que la de la Argentina en promedio". "Esto quiere decir que las personas pobres en Salta tienen más privaciones que las personas pobres en otros lugares del país", adujo.

En la misma línea, el director del Isepci Salta (Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana), Federico Maigua, alertó: "El aumento de la pobreza lo vemos a través de uno de los síntomas que podemos apreciar en las recorridas por los barrios cada vez que tenemos que hacer relevamientos de los precios de la canasta básica y también a partir de la charla con la gente, con los responsables de merenderos y comedores y con los comerciantes".

No obstante, aclaró que "esta es una situación general de todo el país", y que "Salta está inmersa en una crisis que es nacional".

Soluciones de fondo

Por su parte, Paz explicó que para combatir la pobreza "las herramientas que están usando los gobiernos de diversos países de América Latina (desde hace mucho tiempo) son los programas de transferencias de ingresos; por ejemplo en Argentina es la asignación universal por hijo".

Paz afirmó que “en este sentido la inversión en niñez es fundamental y básica: nutrición, salud y educación. Una inversión de largo plazo en educación es cambiar el sistema de formación de maestras y maestros. Esto sería un ataque frontal a la pobreza”.

Finalmente, el titular del Ielde destacó el rol de organizaciones e instituciones intermedias en el combate de la pobreza pero explicó que solo son “un paliativo, necesario pero irrelevante, para la erradicación de la pobreza”.

 

Anuncio oficial

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dará a conocer hoy un aumento en el índice de la pobreza para el segundo semestre del año pasado, un período signado por la caída de la economía, y un incremento en los precios por sobre los salarios.

Tanto en medios privados como oficiales, se espera que la medición del índice de pobreza de entre junio y diciembre del 2018 esté en torno al 30%, por encima del 25,7% de igual período del 2017.

Incluso, que se coloque por sobre el 27,3% del primer semestre del 2018, que tuvo tres primeros meses de crecimiento en la economía, pero que luego entró en una “meseta” por la falta de financiamiento y la sequía.

 

$27.570 para no ser pobre

Una familia de cuatro integrantes necesitó en febrero un ingreso mensual de $27.570,43 para no ser pobre, un 4,3% por encima de enero, según cifras difundidas ayer por el Indec.

 Ese ingreso corresponde al valor de la canasta básica total (CBT) conformada por los artículos de primera necesidad y alimentos. En tanto, la canasta básica alimentaria (CBA), que define el nivel de indigencia, subió 5,1% y llegó a $11.117,11.

 

Fuente: El Tribuno

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