El protocolo y pedido de perdón de la Iglesia son “marketineros”, según víctimas de abuso sexual

Sobrevivientes de delitos sexuales en la Iglesia ponen en duda las últimas actuaciones de la Arquidiócesis de Salta y consideran que son una nueva expresión de la “hipocresía episcopal”.

Luego que el Arzobispado de Salta difundiera un protocolo de actuación ante denuncias de abuso sexual por parte de sacerdotes, en el que además la Iglesia pide perdón y lleva la firma del obispo Mario Antonio Cargnello, la red de víctimas de estos delitos ponen en duda el anuncio de la máxima autoridad de la Arquidiócesis salteña.

A través de un comunicado, la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico de Argentina considera que estas actuaciones de la Iglesia son “pretensiones marketineras” que expresan una vez más “la hipocresía episcopal”.

 

Juan Carlos García, Carla Morales y el abogado Luis Segovia. Foto lavaca.org

 

Cargnello anunció la semana pasada que pondría a disposición de la Justicia la información surgida de las investigaciones internas de la Iglesia. "Los clérigos de la Iglesia Católica son también ciudadanos de este país y por lo tanto han de cumplir la ley como cualquier otro. No debe haber para ellos excepciones pues no están por encima de nadie", dice el texto titulado "Las víctimas son los primero" y que lleva la firma del arzobispo de Salta.

Sin embrago, esto no resulta confiable para las víctimas, quienes hoy comunican que este texto “es una nueva muestra de cómo en la Iglesia Católica se hace lo imposible por mantener el estado de corrupción que impera en materia de abuso sexual eclesiástico”.

Aseguran que el obispo finge arrepentimiento y que mediante este anuncio busca ocultar “el sistema de encubrimiento pergeñado meticulosamente por el Vaticano para proteger a los criminales con sotana”.

 “El Protocolo en cuestión es un acting donde brilla por su ausencia toda referencia el derecho internacional de los derechos humanos. En él surge a borbotones la doblez y la hipocresía episcopal. Por ello el único resultado que traerá será la manipulación de los denunciantes de abuso sexual eclesiástico y su continua y dolorosa revictimización como sucede hasta hoy en los numerosos casos en que esta Red trabaja y acompaña. En la Iglesia Católica no existirán espacios libres de abusadores sexuales, mientras su funcionamiento institucional se enmarque en el abuso de poder, la denegación de justicia y vulneración de garantías y derechos humanos”, finaliza el comunicado de los sobrevivientes de abusos sexuales.

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