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Una encuesta de hogares anticipa un fuerte crecimiento de la pobreza

El fuerte incremento de la indigencia y de la pobreza se explica por el desplazamiento de las condiciones de vida de la población en el último año como consecuencia de varios factores.

La pobreza asciende al 34,1% de la población en el inicio de este año proyectando a nivel nacional urbano las bases de usuarios de la EPH (Encuesta Permanente de Hogares) del primer trimestre que difundió el INDEC este viernes. Un año atrás, la pobreza se ubicaba en el 25,5%. En tanto, la indigencia trepó al 7,9%, contra un 4,9% del primer trimestre de 2018. 

Es decir que, sobre una población urbana de 40.500.000 personas, hay 13.800.000 pobres, con un aumento en 12 meses de 3.600.000 nuevos pobres. 

Por su parte, los indigentes urbanos suman 2.900.000, con un incremento de casi un millón de nuevos indigentes. 

Proyectando esos porcentajes a toda la población, incluyendo el sector rural, hay poco más de 15 millones de pobres, los cuales 3,5 millones son indigentes. 

Para el cálculo de indigencia y pobreza, los datos de la base de usuarios de la EPH toman en cuenta que en el primer trimestre de cada año, entre otros factores, inciden en el ingreso de los hogares el cobro del medio aguinaldo y de las vacaciones, según consignó Clarín. 

En ese marco, el próximo informe del INDEC de pobreza se conocerá en septiembre y abarcará el período enero-junio o primer semestre de este año. 

En tanto, la medición trimestral porteña arrojó un incremento de 94,000 nuevos pobres entre los primeros trimestres de 2018 y 2019 , contabilizando un total de 585,000 pobres, equivalentes al 19,1% de la población de la Capital Federal. De esos números, 52,000 son nuevos indigentes, tuvieron un total de 184,000 personas –6% de la población- que no cubre el costo de una canasta básica solo de alimentos. 

En la medición semestral del año pasado, el INDEC informó un 32% de pobreza en el segundo semestre y el 27,3% del primer semestre. 

El fuerte incremento de la indigencia y de la pobreza se explica por el desplazamiento de las condiciones de vida de la población en el último año como consecuencia de varios factores como la caída del salario real, el desplazamiento de las jubilaciones y otros beneficios sociales, como asignaciones familiares, pérdida de empleos, crecimiento del cuentapropismo y de los empleos informales en un contexto de retracción de la actividad económica y caída de poder adquisitivo frente al aumento de la inflación.

A pesar de que el Gobierno adelantó en marzo el incremento de la AUH de todo 2019, no pudo evitar el salto tanto de la indigencia como de la pobreza. 

El retroceso del empleo y el desplazamiento de los ingresos de la población hacen que se estime que la medición de ambos indicadores sociales del segundo semestre superarán el 35%.

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