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Comer frutas y verduras de estación es bueno para la salud, el paladar y el bolsillo

Hoy tenemos al alcance un gran número de frutas y verduras fuera de su temporada natural. Nos hemos acostumbrado tanto a ello que olvidamos que consumir los alimentos en temporada, cultivados cuando el clima les es más propicio, tiene muchas ventajas.

Consumir los vegetales frescos de la estación no solo es más ecológico que consumirlos en otros momentos del año. También es bueno para tu salud, el paladar y el bolsillo.

 

 Frutas y verduras de temporada

Nuestros antepasados sabían muy bien que en enero, en esta parte de la Tierra, una ensalada no se hacía con lechuga romana, sino con escarola. Y que eso de ponerle cualquier tomate en pleno invierno, ni soñarlo. Del mismo modo, en agosto ni se les habría ocurrido hacerse un zumo de naranja para desayunar. ¡Si hubieran encontrado naranjas!

Hoy en día tenemos al alcance un gran número de frutas y verduras fuera de su temporada natural. Nos hemos acostumbrado tanto a ello que olvidamos que consumir los alimentos en temporada, cultivados cuando el clima les es más propicio, tiene muchas ventajas.

 

VENTAJAS DE CONSUMIR ALIMENTOS DE TEMPORADA

Si consumes las frutas y las hortalizas en temporada, te aseguras de consumir alimentos que crecen respetando los ciclos de la naturaleza. Eso se refleja en muchos aspectos.

 

Los alimentos naturales de temporada aportan sabores, aromas y texturas genuinos. Cuantos más introduzcas en tu alimentación, menos espacio dejarás para los procesados, que los han perdido en buena parte y los tratan de imitar o reforzar a través de la sal, las grasas y los aditivos químicos.

 

Al cultivarse con el clima que les resulta más propicio y poder completar su ciclo natural, los alimentos frescos de temporada cuando llega el día de la recolección conservan mejor sus propiedades nutricionales, el sabor y sus aromas.

Ni se ha forzado el cultivo para que estén listas en meses que no les son naturales ni llevan tiempo aguantando en cámaras que les restan jugosidad, sabor y nutrientes.

 

Para que en el mercado haya productos fuera de su temporada deben importarse desde zonas o países lejanos… y el transporte se paga. En cambio, los agricultores de la zona pueden ofrecer productos frescos de temporada a buen precio.

 

Si tus verduras y frutas no son de cultivo ecológico, seguramente tendrán residuos químicos de plaguicidas o fertilizantes. Pero el uso de fertilizantes y plaguicidas artificiales se hace más necesario si se cultiva contra natura, forzando a la planta a crecer fuera de tiempo, cuando el clima no le es favorable.

Si compras directamente a agricultores ecológicos o a comercios de alimentación ecológica, seguramente te ofrecerán siempre las frutas y las verduras de la estación.

 

Comprando de temporada es más fácil apostar por alimentos de producción local, para cuya comercialización se malgasta menos energía. El transporte, la distribución y el almacenamiento dejan su huella ecológica en el planeta.

Al respetarse los ciclos naturales de las plantas para la siembra, el crecimiento y la recolección, se puede fomentar asimismo la rotación de cultivos y se empobrece menos el suelo.

 

Además de comer las frutas y verduras en su mejor momento, podrás preparar mejores conservas caseras y deshidratados. Así podrás seguir disfrutando de esas frutas y verduras durante el resto del año, cuando la temporada haya acabado.

Y lo harás sabiendo que las aprovechaste en el momento de mejor sabor y mejor precio.

Si tienes huerto, esta forma de conservación es una excelente opción para aprovechar los excedentes.

Fuente: Cuerpo y Mente

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