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Antropoceno: el impacto de la vida humana en el planeta marca el nacimiento de una nueva era

Aún no ha sido catalogado como una era geológica oficial. Para ello, es necesario marcar, entre otras cosas, un momento de origen. Los expertos lo sitúan a mediados del siglo XX, coincidiendo con las primeras pruebas nucleares.

 

El término Antropoceno fue utilizado por primera vez en 2000 por el investigador en química atmosférica y ganador del Premio Nobel Paul Crutzen durante una conferencia. Este evocativo concepto hace referencia al impacto de la especie humana sobre el planeta: nuestra actividad está provocando cambios en el clima, acidificación en los océanos, aumentos en el nivel del mar, proliferación de especies invasoras, dispersión de nuevos materiales como los plásticos y un largo etcétera de transformaciones. Estos cambios e impactos son de tal magnitud que podríamos estar hablando de una nueva era geológica en la que la actividad humana sería la principal responsable del clima y el medio ambiente en la Tierra. 

 

 

 

Desde que Crutzen hablara por primera vez del Antropoceno, el término se popularizó y su uso es habitual tanto en las conversaciones científicas como en los medios de comunicación. Sin embargo, a nivel formal, definir una era geológica no es tan sencillo y, aunque muchas veces se hable del  Antropoceno como tal, técnicamente nos encontramos en la era del Holoceno, dentro del periodo cuaternario.

 

 

 

 

El Antropoceno como era geológica

 

 

Con el objetivo de determinar si el Antropoceno es realmente una época geológica y definir su momento de inicio, la Comisión Internacional de Estratigrafía formó en el año 2009 el Grupo de Trabajo del Antropoceno (AWG por sus siglas en inglés), que en mayo de 2019, y tras una década de análisis de evidencias científicas, publicó los resultados de una encuesta interna entre los miembros del comité. En dicha consulta, los expertos votaron sobre la conveniencia de considerar el Antropoceno como una unidad crono-estratigráfica definida por un patrón GSSP (del inglés Global Boundary Stratotype Section and Point), que define el momento de inicio del periodo en cuestión al encontrar un punto donde haya surgido algún material que indica claramente el cambio. Este estratotipo se señala con un clavo dorado.

 

 

 

Con 29 votos a favor y 4 en contra, el AWG apoya la designación del Antropoceno como una nueva era geológica cuyo comienzo estaría a mediados del siglo XX, momento en el que una población humana en rápido crecimiento aceleró el ritmo de la producción industrial, el uso de productos químicos agrícolas y otras actividades con repercusiones a escala planetaria. Al mismo tiempo, las primeras explosiones atómicas cubrieron el mundo con desechos radiactivos que se incrustaron en los sedimentos y en el hielo glacial, convirtiéndose en parte del registro geológico.

 

 

 

 Bienvenidos al Antropoceno

 

 

Para hacer oficial la designación de Antropoceno como era geológica aún queda un largo camino, por ejemplo es necesario definir el GSSP, ese punto que marcaría el inicio de la nueva época. El grupo está considerando diez sitios candidatos en todo el mundo, incluyendo una cueva del norte de Italia, ubicaciones en la Gran Barrera de Coral y un lago de China. Según los expertos del grupo, la más aguda de las señales y que podría ser un marcador primario sería la huella de los radioisótopos artificiales que se encuentran diseminados por todo el mundo debido a las pruebas nucleares realizadas a principios de la década de los 50.

 

 

Una vez que se haga una propuesta de GSSP, esta debe ser aceptada de manera mayoritaria (más del 60% de votos a favor) por los miembros del comité del AWG y de sus organismos principales. Además, la ratificación final estará a cargo del Comité Ejecutivo de la Unión Internacional de Ciencias Geológicas, por lo que el éxito de la propuesta no está garantizado.

 

 

 

Otras acepciones del término Antropoceno

 

 

En todo caso, el término Antropoceno, aunque finalmente no se llegue a considerar como relevante a escala geológica, no parece que vaya a desaparecer de nuestro vocabulario, y son muchas las disciplinas, más allá de la geología, que han encontrado su utilidad en el ámbito científico. Es el caso de las humanidades y de la arqueología, que manejan el concepto de Antropoceno para referirse de manera más amplia, por ejemplo, a los importantes cambios en el uso del suelo que se han producido desde que se intensificó la actividad humana en el planeta.

 

 

Hace poco, un equipo de científicos de la Universidad de Queensland (Australia), ha publicado los resultados de un trabajo en el que indican que estos cambios y que la influencia del hombre sobre el clima habrían comenzado mucho antes del siglo XX, en concreto hace 4.000 años y coincidiendo, de manera muy lógica, con el comienzo de la agricultura.

 

 

 

"Las actividades de los agricultores, pastores y cazadores-recolectores habrían cambiado significativamente el planeta hace cuatro milenios", ha explicado Andrea Kay, científico de la Escuela de Ciencias Sociales de la universidad antes citada. Su equipo ha realizado una encuesta, enmarcada dentro del proyecto ArchaeoGLOBE, para recopilar estimaciones sobre el uso de la tierra en los últimos 10.000 años realizadas por arqueólogos de todo el mundo.

 

 

El objetivo: tener en cuenta  resultados de estudios a escala regional para analizarlos desde una perspectiva global. "Incluso la agricultura cambiante a pequeña escala puede causar un cambio significativo cuando se considera a gran escala y durante largos períodos de tiempo", indica Kay.

 

 

Para Alison Crowther, otra de las investigadoras del grupo, el estudio podría ayudar a planificar futuros escenarios climáticos. "Esta investigación y el enfoque colaborativo que utilizamos nos hace comprender mejor el uso de la tierra como un impulsor de los cambios ambientales globales a largo plazo en todo el sistema", afirma.

 

 

En todo caso, y sea cual sea el inicio del Antropoceno, lo que parece muy claro es que nuestra actividad es la responsable de muchos de los cambios y procesos que están teniendo lugar en el planeta. De nosotros depende que esos cambios tomen una u otra dirección.

 

Fuente: Muy Interesante

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