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Pareja en conflicto: seis consecuencias para la salud de los hijos

Entre sus efectos perniciosos se encuentra el aumento del estrés y el riesgo de padecer depresión. Por qué, según los especialistas, una separación en paz es más sano que una pareja en guerra.

Aunque vivan en conflicto permanente, muchas parejas intentan salvar el vínculo, otras no pueden aceptar la situación y se separan y están las que deciden permanecer unidas "por los hijos".

Los expertos coinciden en que quienes optan por postergar una separación en pos del bienestar de los menores desconocen los riesgos que esto genera a su salud y la de los chicos.

La pareja y las relaciones sentimentales son un tema importante en la vida de cualquier persona y, si bien es algo anhelado, puede llegar a resultar complejo. De hecho, en los últimos años, las estadísticas de divorcio aumentaron en forma considerable.

Para el licenciado en Psicología Sebastián Girona (MN 44140), "son muchos los factores por los que una pareja puede decidir separarse pero, más allá de los motivos, es importante pensar qué es lo mejor frente a esa situación".

Resulta habitual que el proceso lleve mucho tiempo. A veces pasan años hasta que la pareja finalmente se separa. Esto tiene que ver con los intentos de salvar el vínculo y, a veces, con no poder aceptar la situación.

Tras asegurar que "una separación en paz es más sana que una pareja en guerra", Girona destacó que "ser parte de una pareja en conflicto permanente genera muchos riesgos para la salud". Y enumeró "mayores niveles de estrés físico y emocional, elevado riesgo de enfermarse, inhibición del sistema inmunológico y se elevan los riesgos de sufrir depresión, ansiedad y violencia" como los peligros más comunes de dilatar decisiones como estas.

"En las parejas que viven en un clima hostil constante, es muy habitual escuchar que continúan 'por los hijos', para que ellos no sufran la separación. Pero es importante conocer las consecuencias que una pareja conflictiva puede tener en los niños", apuntó Girona.

Las seis consecuencias:

– Mayores niveles de estrés.
– Rechazo de los compañeros.
– Mayores riesgos de depresión.
– Problemas de comportamiento.
– Malas calificaciones.
– Fracaso escolar.

Algunas pautas para enfrentar la separación

"Por supuesto que estamos hablando de una etapa muy difícil que puede despertar angustia, ansiedad y a veces desesperación. En otros casos puede producir alivio, especialmente si el contexto ya es insostenible", describió el especialista, para quien desarrollar la capacidad de aceptación es un primer paso para un divorcio saludable: "Aceptar siempre implica un duelo. En este caso sería uno por la pareja que no fue. Esto es un proceso e implica tiempo y cambios".

Otro punto a tener en cuenta es intentar dimensionar las consecuencias. "Es importante tomar conciencia de los riesgos que puede generar en uno y en los demás integrantes de la familia, especialmente en los niños -recomendó-. Los padres tienen la obligación de protegerlos y respaldarlos".

 Desarrollar la capacidad de aceptación, entender que la pareja no resultó, es un primer paso para un divorcio saludable
Finalmente, mencionó a la terapia de pareja como una alternativa que "puede funcionar como un recurso para salvar al vínculo y también puede servir para alcanzar una separación civilizada".

En la práctica, lo cierto es que cada vez es más raro escuchar acerca de una separación en paz y más habitual que los conflictos permanezcan luego de separarse. Esa es sin dudas una de las tantas cuentas pendientes de los adultos que deciden poner punto final a una relación, más aun cuando la pareja tiene hijos.

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