En las ciudades, los peones de taxi tampoco circularán por las calles; y la Ciudad de Buenos Aires tampoco podrá viajarse en subte.
De esta manera, los gremios plantearán a través de una importante huelga su disconformidad con las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei, la caída del poder adquisitivo de los salarios y el plan de privatización y aumento de las tarifas que la Casa Rosada lleva adelante. También habrá apoyo de otros sectores como la salud, la educación y de organizaciones de la sociedad civil.
En tanto, la Unión de Tranviarios Automotor (UTA), conducida por Roberto Fernández, mantendrá el servicio de colectivos el miércoles, pero realizará su propia medida de fuerza durante el jueves 31.
A partir del primer segundo del este 30 de octubre comienza el paro nacional de transporte. Si bien no contará con la adhesión del gremio de colectiveros, igual se prevé importante. Incluso algunos dirigentes sindicales se animan a afirmar que será imponente ya que no habrá trenes, aviones, taxis, subte y transporte fluvial pero también habrá decenas de gremios que adhieren a la medida.
Al parecer, un análisis previo similar realizan en la Casa Rosada, sobre todo por la decisión de recurrir a la aplicación Mi Argentina y a los altoparlantes de las estaciones porteñas de trenes para difundir un mensaje contra la huelga de transporte y, sobre todo, contra los dirigentes gremiales Pablo Moyano (camioneros) y Pablo Biró (pilotos).
La medida de fuerza, que incluirá unos 500 cortes en todo el país que la Unión de Trabajadores de Economía Popular (Utep) más un paro general de los empleados estatales de ATE, se sentirá en toda la Argentina. "Va a ser el inicio de algo mucho más importante", advirtió Pablo Moyano, a la sazón triunviro de la CGT.
FUENTE: Página 12